En plena hora pico, un choque en cadena sobre la autopista 25 de Mayo a la altura de Constitución activa las alarmas de emergencia del SAME. Dispuesta la movilización de inmediato de sus unidades, una de ellas llega en pocos minutos. El médico de turno ordena el traslado de la víctima, ya que entró en un paro cardiovascular. Se le coloca el cuello ortopédico al paciente y se lo sujeta en la camilla. Tres minutos después es atendido en el shock room del Hospital Santojanni, en Mataderos, algo impensado en una hora en la que el tránsito colapsa las principales zonas de la Ciudad.
Con el correr de los años, y a partir de las dificultades que establece el poco organizado tránsito porteño, este tipo de traslados son cada vez más habituales y son realizados por la ambulancia aérea del Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME) que actúa en la Ciudad.
Se trata, en definitiva, de un servicio que durante el último año fue utilizado, en promedio, casi una vez por día. Según datos aportados desde el Ministerio de Salud porteño, entre octubre de 2014 y el mismo mes de este año se utilizó en más de 360 ocasiones.
Actualmente, la Ciudad cuenta con dos ambulancias aéreas, que tardan en cubrir la superficie capitalina entre tres y cinco minutos. Este servicio se suma a las 170 ambulancias tradicionales y los diferentes equipos de emergencia con que cuenta el SAME.
Otra característica del sistema aéreo de emergencias porteño es que se trata del único servicio en su tipo en la región, y uno de los pocos en el mundo que cuenta con dos helicópteros sanitarios. Funciona desde 2011 y tuvo su bautismo de fuego con la tragedia de Once.
“Desde que está en funcionamiento el servicio ninguna víctima que trasladamos falleció. En Once, por ejemplo, los heridos trasladados en el helicóptero con aplastamiento de piernas ahora están caminando”, asegura Alberto Crescenti, director del SAME, durante la recorrida que hizo PERFIL.
Centro de operaciones. Con base en la zona de Puerto Madero, los helicópteros están equipados con todos los elementos necesarios para atender cualquier emergencia y pueden llevar hasta dos heridos por viaje. La tripulación está compuesta por un médico del SAME, un asistente técnico operativo y el piloto. Su horario de operaciones es desde las 7 hasta las 19. En este caso, Crescenti aclara que “si bien no salen de noche por la falta de luz, funciona una guardia pasiva por cualquier emergencia”.
“Ante un accidente, lo primordial es dar la asistencia adecuada en tiempo y forma. La decisión de trasladar al paciente se toma después de armar la organización del rescate en el lugar y de acuerdo con su gravedad”, explica Cristian Cuellar, médico a cargo de la unidad. “Es vital aprovechar la ‘hora de oro’ –el lapso que transcurre desde que se produce el accidente hasta que la víctima recibe atención médica–, que permite salvar muchas vidas”, aclara. “Sin el helicóptero, lograr que un herido o un infartado lleguen con vida desde Constitución a Mataderos, por ejemplo, sería imposible”, afirma por último el médico