No fueron buenas las reacciones políticas y sociales tras la publicidad que hizo el gobierno municipal de La Plata de una mochila que sirva para nuevas catástrofes, como la que sufrió hace tres semanas. Se interpretó como que no se iban a hacer las obras necesarias y que había que prepararse para más inundaciones. Para el diputado provincial, Julio Garro, fue “una burla para los vecinos”. No fue el único, el legislador de la Coalición Cívica, Oscar Negrelli, declaró: “Me produce la sensación de rechazo absoluto y de condena hacia alguien que en lugar de asumir responsabilidades y explicar qué no se hizo y qué debe cambiar, se pone a pensar cómo recupera su imagen, cuando en verdad debería hablar de cara a la gente”.
La mochila platense era una sugerencia para que los vecinos la adoptaran ante una “lluvia intensa” y recomendó tener preparada una mochila de emergencia en un lugar alto de la casa con comida, botiquín y ropa de abrigo.