El arte, el cine, la música y el estudio funcionan como herramienta de inclusión social. En la Villa 21-24 de Barracas esto se puede ver, sentir y apreciar. "Extraño, es una producción independiente, filmada en la villa 21, con un equipo técnico y actores compuesto por profesionales de la industria y gente que vive en la villa. Es la primera vez que un proyecto gestado en una villa llega a ganar un premio oficial en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.
Este premio, que da un espaldarazo al proyecto, es el 5to con el que se alza Natural Arpajou en dicho festival. Pero este es el primer largo que presenta. Tiene un espíritu más cooperativo y comunitario, si bien todos los cortos tuvieron esta modalidad, Extraño, tiene, desde su inicio otro espíritu.
El largometraje se trata de una persona que sale de la cárcel después de 8 años y quiere recuperar la vida que tenia. La madre está muerta, su hermano le reprocha por estar ausente cuando la mamá estaba enferma. La que era la novia se fue con otro, su mejor amigo es travesti. Cuando vuelve al barrio, encuentra ese mundo en el que él vivía, totalmente cambiado, se sentía un "Extraño". La filmación busca contar el día a día de este ex presidiario, en paralelo cuenta también, el movimiento del barrio, sus costumbres, las realidades de todos los que viven en la Villa. "Tratamos de mostrar el contra plano de lo que se ve en la tele. Que se queda con la violencia y el delito, la pobreza, que sabemos que está", profundiza Natural Arpajou, director del largometraje "Extraño".
"Cada vez que encaro un tema, no porque sea la Villa, trato de hacerlo lo más íntimamente posible", sostiene Natural, y agregó: "Nuestro tema ahora es conseguir más plata, fuimos trabajando sin un mango, la plata la sacaba de mi bolsillo, nadie cobraba un mango".
La directora también afirma en un momento se hace cuesta arriba seguir con el proyecto. "Con este premio nos dieron una ayuda económica importante pero estamos tratando de conseguir un poquitito más para terminar el proyecto".
Un poco de acción
Chámames, cumbias, polcas, reggaetones, gritos, bocinazos, son sólo algunos de los múltiples sonidos que alcanzan los oídos de todos los que transitan por las serpenteantes pasillos de tierra que conforman la geografía de la villa.
"¡Mira qué lindo esto!", exclama Natural, se acerca a Alan Gómez, quien realiza el guión con Natural. ¿Qué te parece?, pregunta la directora; con una sonrisa, piensa un momento antes de contestar "Dale, grabemos", responde al fin Alan. Los dos se ponen al frente del elenco: arman las escenas y proponen las improvisaciones. "Silencio por favor. ¡Acción!".
El sonido a todo volumen que sale de los parlantes no ayuda. "Grabar sonido es caótico y divertido. En realidad tenes que cambiar tu manera de pensar. No es que vas a tener silencio como uno busca en otras locaciones", detalla Ary Nakamura Kaplan, quien junto a Gino Gelsi, se encargan del sonido. "Tenes que adaptarte a la música: cumbia, el reggaetón, al ruido de la calle, de los autos. Incorporar toda la riqueza sonora que tiene el barrio", termina de describir Kaplan.
"Ahhhhh-cciónnnn", la cámara empieza a grabar, todo el equipo se mueve, van esquivando los charcos de agua que se encuentran en los múltiples pozos que tienen los pasillos. "Corteeeee", dice Alan, mira a todos y sonríe "Vamos a empezar de nuevo", agrega.
"Nací y crecí acá en el barrio y lo tengo muy incorporado. En el rodaje mostramos la escancia de la Villa, como se vive, su realidad cruda", afirma Alan.
Entre sonrisas, mates y una galletitas, siguen grabando más escenas, los mismos vecinos hacen de extras. El Chámame, las cumbias, los reggaetones, gritos y bocinazos, siguen reinando el entorno. Natural y Alan siguen empujando y alentando a todo el grupo.
La dirección está a cargo de Natural Arpajou, el guión es compartido entre Alan Nicolás Gómez y Arpajou. La dirección de fotografía es de Pablo Parra, el sonido de Gino Gelsi y Ary Kaplan, la asistencia de dirección es de Martín Boggiano, en la producción Natural Arpajou y Mariela Piqué, la producción ejecutiva es de Juan Martín Hsu, la edición es de Juan Pablo Docampo y el catering a cargo de María Gemio.