María Angelina Cueto, la mujer que se encontraba internada en grave estado tras la explosión en la fábrica de químicos de Alta Córdoba, falleció este sábado. La víctima pereció en la clínica Romagosa, donde fue trasladada tras permanecer algunos días en el Hospital de Urgencias de la capital provincial.
La mujer estaba muy complicada luego de sufrir la fractura de costillas y un traumatismo de tórax, tras haber quedado debajo de piezas de mampostería después del estallido. Cueto había sido reanimada por personal del 107 tras sufrir un paro cardíaco el día de la explosión. Con la muerte de la mujer se agrava la situación del propietario de la empresa, Sergio Hilton Raponi, quien se encuentra detenido en la cárcel de Bouwer, imputado del presunto delito de "estrago culposo agravado" y que esta semana se negó a declarar ante la fiscal Eve Flores, quien lleva adelante la investigación. También podría complicarse la situación del ingeniero Javier Lagares, quien figura como responsable de su producción. Lagares argumentó que sólo realizaba el asesoramiento técnico en la planta química y fue liberado el pasado jueves tras pagar una fianza de 200.000 pesos.
En tanto, Pablo Amaya, el joven de 15 años herido en la explosión, también permanece internado, mostró en los últimos días una notable mejoría en su salud, según indicaron los médicos. De acuerdo a informaciones del hospital, el joven ya se comunica con su familia, y logró ingerir alimento por sus propios medios. El adolescente fue trasladado al Hospital de Urgencias, donde por su gravedad debió ser intervenido quirúrgicamente y alojado en terapia intensiva. El joven estuvo en coma y con traumatismo de cráneo luego de recibir un fuerte golpe en la cabeza por parte de un objeto que voló con la explosión.
