En agosto del año pasado, una pareja de chicas fue a tomar algo al tradicional bar La Biela, en Recoleta. Ante muestras de cariño que no hubieran despertado comentarios en una pareja heterosexual, un mozo se les acercó y les dijo que lo que hacían -acariciarse- era "inapropiado". Luego, el encargado del local las echó. Belén Arena y su pareja, entonces, iniciaron una campaña para dar a conocer su caso. Y tras un "besazo" organizado por distintas organizaciones sociales y un curso de convivencia que el Gobierno de la Ciudad dictó a los mozos del local, este jueves el Inadi falló a favor de las denunciantes y dictaminó que la confitería, efectivamente, discriminó a las dos jóvenes por su condición sexual.
"¿Resulta necesario explicar a los empleados y autoridades de la Biela que las personas del mismo sexo, no sólo pueden gustarse y amarse como ha ocurrido a lo largo de la historia, sino que, además, tras una larga noche de discriminación y violencia bajo la regencia de morales unidimensionales, se pueden unir en matrimonio?", dice el texto del dictamen del Inadi, que no reviste carácter enjuiciatorio pero sí es la máxima instancia a nivel civil en materia de discriminación a nivel nacional.
"El respeto por las diversidades debe ser un compromiso que nos convoque a seguir trabajando en contra de la estigmatización. Es importante tomar conciencia para construir una sociedad, no sólo más inclusiva, sino más libre y respetuosa", declaró Analía Miskowiec, directora de Asistencia a la Víctima del organismo que, tras cinco conciliaciones sin éxito, el procedimiento administrativo y emitió un dictamen a favor de Arena. El dictamen aborda el derecho de admisión, dado que se trata de un local privado, explicando que eso "no cubre o justifica la conducta", ya que ese derecho "será ejercido legítimamente siempre que la exclusión se fundamente en condiciones objetivas, que no deben ser contrarias a los derechos reconocidos por la Constitución Nacional ni suponer un trato discriminatorio o arbitrario para las personas", según se encuentra definido en el artículo 4 de la Ley 26.370.
"Estoy conforme con el proceso, no vamos a hacer nada a nivel judicial con la resolución del INADI porque la parte civil ya la cerramos, pero lo que más me interesaba era que tomen una postura de apoyo. Una vez que yo hice mi denuncia, ellos me iniciaron una causa por intimidación pública y por incitación a la violencia. El dictamen fue importante porque fue un apoyo, aunque sólo pidieran disculpas 'por las dudas'", dijo la joven a PERFIL.
"Para mí, el hecho tuvo muchísimo impacto, por todo lo que recibo. Hay mucha gente de mi ambiente que tomó el caso para trabajar con los alumnos, lo toman como ejemplo, por la reacción social que generó, el apoyo que hubo, lo trabajaron en escuelas, facultades, me hicieron entrevistas, lo publicaron en un libro, entonces creo que fue un hecho importante porque es la expresión de la comunidad LGBTIQ que llegó a algo masivo. En ese sentido me parece histórico", agregó.
