SOCIEDAD
De Hollywood a La Feliz

Historia de película: cómo terminó King Kong en Mar del Plata

Dos años después de triunfar en todas las taquillas el muñeco de 17 metros de altura fue traído al país para ser usado como atracción para niños y jóvenes. El show no funcionó y el robot fue abandonado en un basural de Batán.

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King Kong de 1976. | COLLAGE TWITTER

King Kong, el gorila gigante que brilló en Hollywood en 1976 junto a Jessica Lange, viajó a la Argentina para ser usado como atracción en La Rural porteña y en Mar del Plata. Sin embargo, el éxito del personaje no fue el esperado y la mole de seis toneladas, 17 metros y pelo hecho de un centenar de caballos criollos fue abandonada a su suerte. Su destino es incierto.

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La película contaba que un grupo de exploradores llegan a una isla inhóspita en busca de petróleo y allí encuentran a King Kong que se enamora de la mujer interpretada por Jessica Lange. El combo de acción y erotismo un tanto morboso resultó un éxito en taquilla. Alguien pensó que sería buena idea traer al muñeco gigante a la Argentina y montar un espectáculo infantil. Otro hizo que eso suceda. Las montañas de dinero nunca llegaron y, llenos de deudas y resentimiento dejaron a King Kong abandonado a su suerte cerca de la cárcel marplatense de Batán.

Fue el medio británico, The Daily Telegraph, el que trajo al presente el recuerdo del muñeco abandonado en Mar del Plata, poco antes de que se reestrenaba la película del gorila gigante producida por Dino de Laurentiis

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“King Kong actuará en La Rural”

En los afiches de la época se veían ilustraciones y fotos del muñeco gigante con titulares que promocionaban su llegada: “King Kong en Palermo”, “Kong Kong actuará en La Rural”, “Mar del Plata, la única ciudad turística del mundo que recibe a la octava maravilla: King Kong”. En una de las promociones en la prensa de la época, el gorila amenazaba a la población apostado contra un edificio de Havanna, la clásica marca marplatense. 

King Kong en Argentina

Los shows fueron un fracaso, a pesar de que el armatoste era sorprendente, el contexto en el que se daba el espectáculo era, cuanto menos, poco atractivo, según coinciden algunos que guardan en su memoria el recuerdo de aquel tiempo.

“El espectáculo era muy berreta, un rejunte de números de circo bastante malos. Había un gran telón desde donde se escuchaban, cada tanto, sonidos guturales que daban la pista de que Kong estaba ahí atrás, pero pasaba el tiempo y el gorila no aparecía. Llegando al final los sonidos se hacían más fuertes, caía el telón y aparecía la Bestia, que movía torpemente los brazos y simulaba romper unas cadenas. Como era animado mecánicamente todo era muy lento y raro”, dijo el músico Omar Giammarco a Infobae.

King Kong en Argentina

El artista se enteró luego del cruel destino del King Kong y quedó atravesado por esa sensación de ilusión de niñez en decadencia y le dedicó una canción titulada Kong que, entre otras cosas cuenta: “Sobre las paredes grises / sobreviven los afiches / que anunciaban la gran atracción / Un monstruo de pesadilla / la Octava Maravilla / el temible gorila King Kong / La Caravana del circo ya partió / y se escapa de la estafa el productor / El verano fue un fracaso / y en el medio del baldío / abandonaron a la bestia bajo un chaparrón”.


Los creadores del muñeco gigante

El King Kong gigante estuvo a cargo de Carlo Rambladi, artista de efectos visuales que había sido responsable de Alien, ET y Tiburón. La obra presentaba algunas dificultades: para hacerlo con la mejor tecnología se tardaría mucho tiempo y saldría mucho dinero. De Laurentiis fue por una opción más barata con sistemas hidráulicos que nunca funcionó. De todos modos, King Kong, salió a escena en algunas tomas y en otras se filmó con una persona disfrazada.

En abril de 2021, el diario inglés The Daily Telegraph publicaba: “En septiembre de 1978, casi dos años después del estreno de la película, el Kong de 17 metros llegó a Buenos Aires, Argentina, como la estrella de una atracción de feria de lujo. Kong había sido desmantelado y enviado desde Los Ángeles; su llegada provocó un frenesí mediático en la capital argentina”.

“El espectáculo fue una fuente de ingresos y Kong fue trasladado a la ciudad costera de Mar del Plata. Cuando el negocio fue bombardeado, Kong fue abandonado, dejado para resistir la llovizna otoñal. Pronto, y no muy diferente de la película en la que había protagonizado fugazmente, el animatronic Kong desapareció”, concluía.

¿King Kong desapareció?

King Kong llegó desarmado a la Argentina por vía marítima. Una vez que desembarcó en el país desde ATC se transmitió su viaje hacia La Rural. Las expectativas eran enormes, sin embargo, el show no fue el esperado. Cuatro meses más tarde el gorila viajó hacia Mar del Plata donde obtuvo peores resultados.

King Kong en Argentina

Como el muñerco era inmenso nadie se preocupó por él y fue abandonado en Batán. Las hipótesis en relación a su destino son muchas: que fue comido por las ratas, que fue desarmado por los presos, que sus partes fueron usadas para armar casas en una villa, que fue llevado por el interior de la Argentina y que terminó en la República de los Niños en La Plata, que los dientes del muñeco se vendían por internet. Entre varias fantasías más.

La teoría más fuerte, sostenida por Fernando Soto Roland, uno de los que más investigó el tema, es que el robot fue trasladado a Brasil y allí fue parte de un parque de diversiones, donde, finalmente, pudo recuperar su gloria pasada. 

RB/FL