El ambiente está caldeado. No es por el ánimo de los presos, sino por el intenso calor que soporta la ciudad de Santa Fe antes de una gran tormenta. Algo desaliñado y en ojotas, Hugo Tognoli traspasa la puerta del lugar más santo del penal de Las Flores: una pequeña y luminosa capilla, donde la temperatura se eleva por encima de los 40 grados. El ex jefe de la Policía santafesina recibe a PERFIL con un paquete de cigarrillos en la mano y documentación en la otra. Tiene 51 años, y lleva dos preso.
“Quiero dejar claras algunas circunstancias que demuestran mi inocencia”, arranca sin escuchar la pregunta. “En primer lugar, nunca hubo una investigación. Para dirigir la causa tomaron una consulta al Registro del Automotor, un mensaje de texto y el procesamiento de Andrés Ascaini (N.de R.: ver aparte), que yo ordené investigar desde el momento que me enteré de su existencia. Este hecho, que debería ser tomado en favor de quien les habla, irónicamente es utilizado en mi contra”.
—¿Con qué intención?
—Quedé en medio de una disputa política por el gobierno provincial. Soy un preso político.
—Si fuera así, ¿por qué irían por el jefe de Policía?
—Porque era la persona más vista y con más resultados en ese momento. El combate contra el narcotráfico se mide por allanamientos (Tognoli exhibe una planilla con números). En mi gestión como jefe de la Dirección de Drogas, elevé la cantidad de secuestros de droga. En 2013 y 2014 no llegan ni a la cantidad de allanamientos que yo hice. La UIF (Unidad de Información Financiera) me investigó y llegó a la conclusión de que yo no me había enriquecido. Soy un vivo bárbaro: organizo empresas, tengo contactos con todo el mundo y ¿no tengo un mango? Ni siquiera tengo una casa, vivo en la casa de mi suegro desde hace 28 años. En mi vida tuve un auto.
—¿Cómo se califica como policía? ¿Era un buen policía?
—Me dieron un hierro caliente, la Dirección de Drogas Peligrosas, y entró a funcionar. La tapa de Página/12 (en la que revelan sus presuntos vínculos con narcos) me cayó como un balde de agua fría. Yo no merezco catalogarme como bueno o malo. La sociedad es la que tiene que abrir un juicio de valor sobre mí.
—¿Cómo cree que lo ven?
—Si tengo en cuenta que hasta hace poco estaban pidiendo que volviera, tan malo no debería ser.
—¿Qué piensa sobre la complicidad de la Policía de Santa Fe y el narcotráfico? ¿Lo percibió en su gestión?
—No. Si lo hubiera conocido, lo habría denunciado. Era mi línea de conducta. Entiéndase, somos cristianos y si Judas traicionó a Cristo por treinta monedas, yo que soy terrenal podría haber sido traicionado por cualquiera. Pero durante mi gestión no tuve ningún inconveniente con personal de la Dirección de Drogas. Los que están involucrados en los hechos que usted me dice no fueron numerarios míos.
—¿Percibe en Santa Fe una mayor violencia y desarrollo del narcotráfico en los últimos años?
—La guerra de bandas se da porque el personal policial ha perdido el control de la situación.
—Esta semana trascendió que el papa Francisco teme la “mexicanización” de Argentina. ¿Cree que puede pasar?
—El Papa debe tener información. Por algo dijo lo que dijo.
—¿Cómo es para un policía estar preso?
—Es feo. Máxime cuando uno está detenido por una causa en la que no tiene nada que ver.
—¿Siente que lo abandonaron?
—Uno cuando asume ciertos cargos que son políticos sabe cuáles son las reglas de juego y está expuesto a que ocurran estas cosas.
—¿Pero terminar preso no es demasiado?
—Lo único que pido es que se haga justicia, porque yo no tengo nada que ver. Me destruyeron la vida y mi familia.
—¿Cree que va a ser liberado pronto?
—Como dijo el papa Francisco, la soga puede estirarse hasta cierto límite.
—Tiene muy presente al Papa, ¿intentó contactarlo?
—Quisiera escribirle y que se entere de la situación que vengo pasando. Es una injusticia total. Si fuera responsable, que me condenen, pero si no, que cuenten la verdad.
—El ministro Agustín Rossi dijo que la corrupción policial y los niveles de violencia en Santa Fe “comenzaron con Tognoli como jefe de Drogas”. ¿Cómo tomó esta declaración?
—La tomo como de quien viene. Lo que puedo decir es que Santa Fe tuvo un director de Drogas que lo único que hizo fue trabajar y restarle horas a su familia en pos de un beneficio para la comunidad.
—¿Qué piensa de los policías que son cómplices del narcotráfico?
—Gente buena y mala hay en todos los trabajos. Todo se basa en poder sacar la fruta podrida.