Una de cada tres personas que reciben la descarga de un rayo muere y un 74% queda con secuelas graves, según datos del Centro de Control de Enfermedades de los EE.UU. El 68 % de las víctimas de una lesión por descarga eléctrica son jóvenes, como los cuatro adolescentes que fallecieron el jueves por la tarde en el balneario Afrika de Villa Gesell.
En Argentina, se producen 50 muertes de personas por año por la caída de rayos, según el resultado del primer estudio en el tema que se realizó en el Centro de Investigaciones en Láseres y Aplicaciones, que depende del Conicet y el Ministerio de Defensa.
¿Por qué ocurre la muerte? “El impacto de un rayo produce una lesión directa por el paso de la corriente por el cuerpo y una lesión indirecta por el aumento de la temperatura de todo el organismo. A nivel cardíaco, el rayo provoca arritmias, muchas de la cuales son malignas y mal toleradas por la persona, que de no ser reanimadas de manera urgente llevan a la muerte”, explicó Juan Pablo Costabel, cardiólogo del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (Icba).
Si una persona recibió la descarga de un rayo, el especialista recomienda, en primer lugar, pedir ayuda y llamar al 107 para solicitar una ambulancia. Como la persona no retiene carga eléctrica alguna, se puede tocar y revisar su respiración. Si el paciente no responde y no respira, hay que comenzar a realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP). “Es importante saber que realizando una RCP oportuna le estamos dando chances de vida al accidentado”, explicó Pablo Morales, del Icba.
La región sudeste de Sudamérica es una de las más afectadas por las tormentas severas que pueden dar lugar a descargas eléctricas. El número de rayos estimado por la NASA entre 1995 y 2003 a partir de datos satelitales muestra que el centro y este argentino es afectado en promedio por al menos 15 rayos por año por kilómetro cuadrado, elevándose ese número a más de 30 en el nordeste del país.
En caso de tormenta eléctrica, el Servicio Meteorológico Nacional aconseja quedarse a resguardo en algún edificio y no salir a lo sumo que sea absolutamente necesario. Si uno se encuentra en campo abierto y no tiene donde resguardarse, lo mejor protección es permanecer agachado, poniendo las manos sobre las rodillas. Además, se debe salir del agua o de botes pequeños, ya que los mástiles de los veleros atraen los rayos con facilidad.
Otras recomendaciones tienen que ver con no utilizar aparatos eléctricos durante la tormenta, como televisores, secadores de pelo, planchas y teléfonos celulares. Tampoco se debe estar en contacto con elementos metálicos, como cañas de pescar o palos de golf, al momento de una tormenta eléctrica