La mujer más longeva del mundo sería Argentina. Celina Del Carmen Olea afirma haber nacido el 15 de febrero de 1897 y hacer celebrado la semana pasada su cumpleaños número 119.
Se crió en una granja rural hasta que en 1960, junto a su marido José Inocencio Segovia, decidió trasladarse a la Capital Federal. Él falleció poco después y, desde entonces, Celina vive con su hijo Alberto, quién asegura que la anciana "está cada vez más ciega y sorda" pero no quiere tomar medicamentos, y solo acepta una crema para proteger su piel de algunos quistes".
Además, el hombre cuenta que su madre siempre "se alimentó bien" y no ha fumado, por lo que sus grandes secretos para la longevidad en "haber tenido durante gran parte de su vida un trabajo estable, dar aún largos paseos y "tener amor, mucho amor".
Alberto explicó que si bien los 11 hermanos que la mujer tenía ya están muertos, su madre llegó a pasar con ellos "muchos años de su vida adulta". Luego, a partir de los 70 años, se dedicó a adoptar y criar niños. Una de sus hijas adoptivas, Gladys, fue adoptada de bebé y en la actualidad, con 48 años, aún vive cerca de su madre.
Celina lleva consigo su acta de nacimiento y una identificación manuscrita como prueba de su larga vida. Hoy en día, cobra una pensión mínima pero, más allá de eso, sigue celebrando años junto a sus seres más queridos.