Coco figura entre los argentinos más buscados desde la semana pasada. Su pedido de captura es por “infracción a la ley de estupefacientes”. Lo que se sospecha es que sus negocios estarían ligados a distintos narcos de la región.
Esteban se dedica a la compra y venta de autos, al igual que varios miembros de su familia, de origen gitano. En los operativos secuestraron 205 autos y hasta 27 camiones. Del total de bienes incautados se sospecha que entre 4 o 5 millones de dólares pertenecerían a Coco.
Según fuentes consultadas por PERFIL, la investigación demandó más de dos años de trabajo. Y se inició a partir de la detención de Juan Alberto Mariscal, en febrero de 2013, en un operativo realizado en la Autovía 2, por la División Antidrogas local y la Superintendencia Drogas Peligrosas de la Policía Federal. Mariscal era el encargado de trasladar 153 kilos de cocaína en una camioneta. Cuando comienzan a analizar los bienes y negocios de Mariscal aparece por primera vez el nombre de Coco Esteban, con quien el detenido tenía conexiones comerciales.
Dos años después, en otro operativo realizado en Mar del Plata –conocido como Marea Verde–, la Federal secuestra 4.500 panes de marihuana, y nuevamente surgen vínculos entre Mariscal y Esteban.
Según voceros de la investigación, Esteban sería el encargado de lavar dinero proveniente del narcotráfico. “Se estableció que tenía una cartera de clientes que no podía justificar su patrimonio y que ayudaba a blanquearlos con la compraventa de autos, contando con logística de escribanos y gestores para facilitar la tarea registral”, explicó a este diario uno de los investigadores.
Por su parte, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, dijo que el operativo contra la banda de Esteban “es inédito ya que se pudo rastrear la ruta del dinero, corroborar el origen de los activos y quitarle el financiamiento a la organización”.