En el 27° aniversario del atentado a la Embajada de Israel, en el que murieron 22 personas y otras 242 resultaron heridas, Jorge Cohen, exencargado de prensa de la sede diplomática en Buenos Aires, rememoró el día del ataque y apuntó al Poder Judicial por la falta de avances sobre la causa.
"A las tres menos cuarto de ese martes 17 de marzo, la casona de Arroyo y Suipacha fue arrasada por un atentado terrorista. Nosotros, adentro", rememoró el exvocero en una columna publicada en TN.com.ar. En el artículo, el extrabajador de prensa narró las "historias cotidianas" de un "martes que había empezado como cualquier otro martes" y sacudió la cotidianidad de la Ciudad de Buenos Aires el 17 de marzo de 1992.
Cómo está la causa que investiga el atentado a la embajada de Israel
Cohen recordó que "entre las víctimas, también hubo ciudadanos bolivianos, paraguayos, uruguayos e italianos". "Entre ellos, un taxista, un sacerdote, un albañil, un plomero, tres transeúntes, y una señora alojada en el Hogar de enfrente. Y los diplomáticos y empleados de la embajada. Todos estábamos trabajando en ese momento y fuimos el blanco de los terroristas", sostuvo.
El exvocero se preguntó además si esas personas "eran peligrosas". "¿Lo eran, por ejemplo, el padre Brumana, el técnico Lancieri, el señor Elowson, un peatón como cualquiera de nosotros, el albañil Balderomar, el taxista Cacciato, o el plomero Mandaradoni?", planteó.
Para Cohen, el ataque, que consideró preludio del que ocurrió en la AMIA dos años después "sólo se trató de matar". "El pedido de justicia está en la raíz de estas líneas, en nuestras voces afónicas", escribió. Y agregó: "Al igual que en el homenaje a las víctimas, en el reconocimiento a Carlos Susevich, gran luchador desde el principio, para que, a través de la Justicia (¿se justificará la mayúscula?), pudiera saber quién mató a su hija Graciela aquel 17 de marzo".
La causa por el atentado a la Embajada de Israel, sin detenidos ni juzgados
El vocero contó que Susevich murió sin ver una resolución para el caso. "La impunidad pudo más: falleció hace poco, a los 94 años". "Y en la mención a León Wasserman, que perdió su salud y su patrimonio para que el predio de Arroyo y Suipacha fuera hoy la Plaza de la Memoria y no un aparthotel, que taparía la Memoria sobre los asesinados de aquel martes", sostuvo.
"Recuerdo, cerca y lejos en el tiempo, las sirenas, los gritos, las veredas que no estaban más, el profundo olor a quemado de los explosivos. Las ambulancias, los bomberos, otra vez las sirenas, otra vez los gritos, el polvo en todos lados. Una ambulancia del SAME, una camilla negra y sus puertas traseras abriéndose de golpe, en movimiento: no sabía quién la manejaba y por eso me tiré. El polvo del edificio de la Embajada todavía sigue en el aire", concluyó Cohen.
F.F.