En la ciudad de Puerto Madryn se vivió un hecho insólito cuando Jonathan "Yoni" Williams, un preso condenado por los delitos de “lesiones leves agravadas por el vínculo, daño y desobediencia a la autoridad”, y con salida transitoria, se negó volver al penal esgrimiendo que: "¡Yo no me voy hasta que termine de tomar vino, comer asado y hacer el amor!”.
"¡Yo no me voy hasta que termine de tomar vino, comer asado y hacer el amor!”.
El preso gozaba del beneficio de salidas transitorias, pero en la última de ellas Williams tuvo que ser buscado por la policía local ya que no volvió al penal por sus propios medios. Los comisarios lo encontraron en la casa de un conocido, con un cuchillo en la mano y fue allí donde reaccionó.
Jonathan Williams había conseguido recientemente un permiso para salir de la cárcel los domingos, de 9 a 19, para ir a visitar a su madre, tal cual lo establece la ley nacional de ejecución penal, que indica que toda pena será progresiva.
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Fue recién el día lunes cuando las autoridades pudieron ubicarlo en un domicilio, donde se encontraba en compañía de dos hombres y una mujer y en aparente estado de ebriedad, “a juzgar por su coloración rojiza en sus ojos y el balbuceo en su habla, ingiriendo en envase plástico presuntamente vino”, describió el acta, a la que tuvo acceso el diario El Chubut. Como consecuencia del lamentable episodio, el juez Horacio Yangüela, el mismo que le había otorgado las salidas transitorias, revocó la medida y determinó que Williams siga alojado en el Instituto Penitenciario, aunque ya sin el beneficio.
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