La Universidad de Buenos Aires habilitó actividades prácticas en talleres, laboratorios y hospitales escuelas para estudiantes del último año de las carreras que requieran de las mismas, para la obtención del título de graduación. La resolución alcanza a todas las facultades y a las escuelas técnica de Lugano y Agropecuaria, dependientes de la UBA.
La vuelta parcial a la presencialidad, dispuesta este miércoles 2 en la Universidad de Buenos Aires, se limita a actividades de técnicos, docentes y estudiantes del último año de las respectivas carreras, que requieran de práctica para la obtención del título de graduación. Para tal fin, se aprobó un protocolo de seguridad e higiene para el retorno de las actividades académicas prácticas en contexto de pandemia.
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La resolución del rector de la UBA, Alberto Barbieri, alcanza a todas las facultades; a la Escuela de Educación Técnico Profesional en Producción Agropecuaria y Agroalimentaria y a la Escuela de Educación Técnico Profesional de Lugano. En todos los casos, las actividades dirigidas a alumnos y alumnas próximos a su graduación deberán ser proyectadas de acuerdo a las características de cada facultad y colegios preuniversitarios, de manera que se dé cumplimiento a las recomendaciones sanitarias emitidas por las autoridades jurisdiccionales locales.
Las prácticas corresponden a materias de las facultades de Farmacia y Bioquímica, Agronomía, Ciencias Veterinarias, Odontología y Ciencias Exactas. En el caso de Medicina también están contempladas pero sujetas a la disponibilidad de los hospitales, dado que los mismos están afectados por las actividades y la demanda que requiere la atención a pacientes con Covid-19 y las dinámicas que esto conlleva.
Qué dice el protocolo
Los lineamientos de seguridad e higiene aprobados habían sido remitido por la UBA a las autoridades sanitarias. El documento establece pautas para la revinculación académica con el fin de preservar, prevenir y controlar el riesgo de contagio de la comunidad universitaria en su retorno de las actividades antes mencionadas. Se seguirán siempre las indicaciones de las autoridades locales y nacionales correspondientes.
Las autoridades de cada unidad académica deberán adecuar el protocolo marco, teniendo en cuentas las particularidades de sus respectivas carreras. Además, con el objetivo de asegurar la protección de los docentes, alumnos y personal no docente que deberá estar afectado para esta nueva etapa, dichas autoridades deberán establecer las asignaturas, cantidad de alumnos, aforos, distribución en el tiempo de su asistencia y permanencia, en cada caso.
Entre otras recomendaciones, queda establecido que se deberá utilizar tapabocas que cubra boca, nariz y mentón. El uso del mismo será obligatorio en todo momento. Asimismo, se establecerán aforos para aulas, auditorios, laboratorios, bibliotecas, pasillos, ascensores, baños, oficinas, a razón de ocupación de 1 persona cada 15 m2 en espacios cerrados, y 1 persona cada 4 m2 para espacios abiertos.
Cada unidad académica deberá flexibilizar y establecer horarios y jornadas académicas entre sus programas con el fin de evitar concentraciones y afluencia masiva de personas. Se deberá garantizar un espacio de tiempo entre las jornadas para realizar proceso de limpieza y desinfección en los salones de clase y solo se permitirá el ingreso de estudiante para sus actividades académicas.
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En los edificios donde se realizarán estas prácticas se demarcarán áreas de circulación, con el fin de organizar el flujo de circulación de personas dentro del establecimiento y se deberá realizar una adecuada ventilación natural de los espacios cerrados o dentro de lo posible con puertas y ventanas abiertas que permitan una mayor renovación del aire.
Acerca de los traslados hacia las facultades o los colegios preuniversitarios, se recomienda, en viajes cortos, caminar o utilizar bicicleta. Si es posible, desplazarse en vehículo particular y en el caso de usar transporte público, respetar las recomendaciones de su uso y utilizar protección buco nasal.
El protocolo también contempla la organización de las actividades, recomendaciones para el ingreso a los establecimientos; atención al público; uso de las instalaciones; higiene y desinfección de los espacios y la capacitación y concientización de estudiantes, docentes y personal no docente.
Las autoridades de la universidad advierten que, dadas las circunstancias, estas recomendaciones son transitorias y podrían cambiar de acuerdo a la evolución de la pandemia.