Desde el jueves pasado comenzó a regir en el país la primera Red Federal de Asistencia a Víctimas y Familiares de Siniestros Viales. El sistema que apunta a mitigar los daños causados por un siniestro vial tanto a las víctimas como a sus familiares. Los accidentes fatales representan en la Argentina, por ejemplo, la primera causa de muertes no naturales.
De acuerdo con datos suministrados por el Observatorio de Seguridad Vial, durante 2017 perdieron la vida 5.611 personas a raíz de este tipo de hechos. La Organización Mundial de la Salud (OMS), por su parte, considera a los siniestros viales como una verdadera “pandemia invisibilizada” ya que genera cerca de 3.500 personas muertas por día, 1,24 millones al año, y se trata, además, de la primera causa de muerte de jóvenes entre 15 y 29 años.
“Estamos ocupando un lugar necesario para acompañar a las familias que sufren una tragedia vial. Desde el Estado pusimos nuestros recursos para acortar los procesos que se presentan tras un siniestro que, al ser burocráticos y confusos, suman más dolor al dolor”, destacó Guillermo Dietrich, ministro de Transporte.
El proyecto de la red de asistencia surgió de la necesidad detectada por las ONG que surgieron en todo el país para asistir a familias que sufrieron tragedias viales. Si bien la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) ya trabajaba con algunas de ellas, hasta el momento no existía ninguna institución que canalizara a través del Estado las problemáticas que se desprenden de un hecho traumático, generado por un siniestro vial, o en la instancia post-siniestro.
“Se debe tener presente que por cada víctima fatal se considera que al menos cinco personas serán impactadas en su salud mental, por lo que una de las prioridades en situaciones de emergencias y desastres es proteger y mejorar la salud mental y el bienestar psicosocial de quienes han resultados impactados por lo que actualmente se considera internacionalmente una pandemia invisibilizada”, aseguró Silvia Bentolila, médica psiquiatra y sanitarista, especialista en salud mental en emergencias y desastres. “Estar acompañados desde el Estado, con acciones concretas que orienten, den apoyo y ayuden a resolver al menos algunas de las múltiples situaciones que perturban seriamente la vida de los familiares y sobrevivientes contribuye a modular las consecuencias del impacto en la salud mental de tan difícil situació”, agregó.
Años perdidos. Otro informe de la ANSV determinó que en 2017 se perdieron más de 10 mil años de vida en siniestros viales en la Ciudad de Buenos Aires. Los principales afectados fueron los jóvenes motociclistas de 15 a 34 años. El estudio estima los años de vida potencialmente perdidos, así como los años vividos con discapacidad a raíz de un siniestro vial. En el caso puntual de la cantidad de años de vida perdidos como consecuencia de la muerte por lesiones de tránsito fue de 6.047. Mientras que los años vividos con discapacidad fueron 4.015. “Es un indicador que permite medir la pérdida de salud del fallecido, desde ya, como de la calidad de vida de los heridos por un siniestro vial”, aseguró María Eugenia Keller, directora de Estadística y Estudios de la ANSV.
