Luego de que se conociera la noticia de que la presidenta Cristina Fernández será abuela, se abrió el debate: ¿cómo es para una mujer pública combinar una carrera con la experiencia de tener nietos?
Entre las mandatarias más cercanas a la argentina, se encuentra la brasileña Dilma Rousseff, que tuvo a su primer nieto, Gabriel, a 25 días de convertirse en presidenta de su país.
En la farándula, las mujeres más destacadas suelen establecer con sus nietos relaciones bastante curiosas.
Una de las que decidió que sus nietos la llamen por un apodo para evitar que le dijeran abuela es Susana Giménez. A la conductora le cuesta asumir su abuelazgo y por eso sus nietos la llaman "Kika".
Fue su nieta mayor, Lucía Celasco, quien reveló este dato. Y a pesar del apodo, la chica, que sueña con ser famosa como la diva, dice que tiene con ella una excelente relación. Esto quedó demostrado cuando cumplió 15 años: Susana la llevó de compras a las tiendas más exclusivas de París.
Una de las abuelas más orgullosas del espectáculo es Moria Casán. Pocos días después de que su hija Sofía Castiglione diera a luz a Helena, la vedette aseguró: "Mi nieta es perfecta".
Otra mujer célebre y feliz con su abuelazgo es la actriz Graciela Borges, que se convirtió en abuela de María Jesús, hija de Juan Cruz Bordeu y su mujer, Iliana González.
Con una relación muy estrecha y también pasional con sus nietos, otra abuela famosa es Mirtha Legrand. La conductora siempre se mantuvo muy cercana a Nacho Viale, que trabajaba con ella como productor de su programa televisivo.
Con su otra nieta, Juana Viale, el vínculo siempre fue más tenso. Cuando se conoció el escándalo que la vinculó a Martín Lousteau, Mirtha habría pronunciado la famosa frase "arrastraste a esta familia al fango".
Sin embargo, cuando su nieta perdió el embarazo, Mirtha se mantuvo cercana a su nieta y la apoyó en todo momento.