Las provincias de Neuquén, Río Negro y Chubut están cubiertas por las cenizas del volcán Calbuco que erupcionó el pasado miércoles a la tarde. Por el momento no se puede determinar los alcances de la nube volcánica: el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) no descarta que llegue a Buenos Aires el fin de semana, como sucedió hace cuatro años con la erupción del Puyehue-Cordón Caulle.
En la madrugada de ayer se registró la segunda erupción del volcán y se esperó una tercera durante esta noche. El Calbuco sigue activo en Chile y registra 140 temblores por hora. Ya fueron evacuadas más de 4.800 personas, número que podría ascender hasta las 60 mil en los días venideros si se mantienen las mismas condiciones, según informó el diario Clarín.
El pronóstico meteorológico para la región prevé que sigan los vientos del sector oeste, por lo que continuará la entrada de ceniza en territorio argentino. Ello obliga a plantear la posibilidad que lleguen hasta Buenos Aires entre el sábaod y el domingo. Ayer a la tarde salcanzaron Las Grutas, Viedma y San Antonio Oeste, en la costa atlántica. Como no hay lluvias, las cenizas quedan suspendidas en el aire y siguen en movimiento.
La situación forzó a suspender las clases en las escuelas de Bariloche, San Martín, Junín de los Andes, Villa La Angostura y Neuquén capital, no habrá actividad en dependencias estatales y permanecerán cerrados los aeropuertos. Asimismo, el transporte público funciona con servicio de domingo y se registraron demoras en los de larga distancia por la poca visibilidad que había en algunas de las rutas.
Un estudio del Centro de Avisos de Cenizas Volcánicas Buenos Aires, dependiente del SMN, informó que la dispersión de ceniza afectaría hoy a cuatro provincias: Río Negro, Neuquén, La Pampa y Mendoza. La buena noticia es los residuos del volcán no son contaminantes según los estudios realizados en los polvos y en el agua, aunque por ser partículas de tamaño reducido podrían ser nocivas para aquellas personas que sufren insuficiencias respiratorias, además de irritar los ojos.
