“Buenos Aires es una ciudad de altísima complejidad y la toma de decisión en el campo urbanístico tiene que ser realizada con visión de futuro”, dice el arquitecto Alberto Varas, cuya propuesta resultó ganadora del concurso para convertir las 16 hectáreas del predio del Tiro Federal en el Parque de la Innovación de la ciudad.
“Me gustaría que esto sea una demostración de cómo es el futuro de la ciudad y desviar esa visión que hay de que todo proyecto sobre suelo urbano es especulativo”, dice en diálogo con PERFIL, y agrega que será un ejemplo de cómo “modificar el espacio y ocupar el vacío” hasta convertirlo en un lugar de usos mixtos.
Así, tras la polémica y la resistencia inicial que generó el proyecto –entre los socios (ver aparte) y quienes pretendían mantener allí el espacio verde, al que sólo podían ingresar los socios–, Varas espera avanzar lo antes posible con el proyecto final para comenzar en 2018 con las obras. “El edificio del Tiro Federal, que es patrimonio histórico, se conserva, y la idea es que se convierta en un pórtico de entrada a un espacio público que denomino ‘valle verde urbano’, y transformarlo en un museo del sitio, ligado a la tecnología digital”, explica.
El “valle verde urbano” ocupará el 65% del terreno (más de diez hectáreas), donde habrá parques, plazas, plazoletas y calles, al aire libre y de libre acceso, que será para uso peatonal y de bicicletas, y que conectará con un puente la Avenida del Libertador con Ciudad Universitaria.
Las edificaciones, en tanto, ocuparán el 35% restante, donde confluirán varios usos: viviendas, oficinas públicas y privadas, residencias universitarias, empresas ligadas a la innovación, laboratorios, universidades, centros médicos y del mundo emprendedor. “Si esto fuera un parque exclusivamente, el uso sería mucho más restringido y estaría poco aprovechado, por temas de seguridad, accesibilidad. Acá nos basamos en la concepción de usos mixtos de las ciudades, con edificios de viviendas y oficinas, donde el uso del auto está regulado y donde hay conexión con usos similares. Es una pieza que muestra cómo debería ser una ciudad densa, compleja y sustentable”, dice.
Las torres de viviendas estarán sobre dos cuadras y media de Libertador, y podrán tener hasta cien metros de altura. Entre ambas habrá una plazoleta que conecte la avenida con el “valle verde”. Sobre Udaondo se proyectan los edificios del gobierno porteño. Y del otro lado, los edificios ligados a la innovación. Además, se propone la construcción de viviendas subsidiadas, para que la zona no se convierta en algo exclusivo y caro. “Proyectamos un volumen de construcción que no tiene una definición estricta, porque dependerá de las propuestas que haya. Un laboratorio puede necesitar más parcelas que otro tipo de edificación. La idea es que todo el proceso permita esta variedad de usos”, agrega.
Financiamiento. Las obras, en etapas, y todo el proyecto podría demandar hasta diez años y una inversión de US$ 500 millones. Se apelará a un financiamiento mixto, público y privado. Con la venta de parcelas buscan financiar gran parte de la construcción y la relocalización del Tiro Federal. El resto irá al proyecto de urbanización de las villas 31 y 31 Bis.
Un nuevo predio para los socios
Tras la polémica y la resistencia de los socios del Tiro Federal a mudar la sede del club que funciona en las 16 hectáreas lindantes a la cancha de River y la Avenida del Libertador, avanzarían las conversaciones para mudarlo finalmente a un predio también en Núñez.
El nuevo destino serían tierras ociosas ganadas al río, a los costados de la desembocadura del arroyo Medrano, entre el Parque de los Niños y los clubes náuticos de la zona.
Allí podrían mudarse en 2017 los más de tres mil socios del club, que funciona desde 1921 en el predio que este año la Legislatura convirtió por ley en el futuro Parque de Innovación y Tecnología de la Ciudad, un lugar destinado principalmente a
los científicos, los estudiantes y el mundo emprendedor, pero también a viviendas y espacios verdes
de acceso público. Actualmente, sólo los socios del club tenían acceso al predio.