Un metro ochenta de altura, un contorno idealizado de 90-60-90 centímetros, sonrisas amplias, mirada encantadora: el ABC de una supermodelo. Fotogenia, ambición, tenacidad, son otros requisitos. Y fundamentalmente, una época: las top fueron tales en las décadas del 80 y 90. Antes y después, el mercado de la moda rehusó conferirles tanto poder y dinero a las diosas del Olimpo.