“Siempre fui gordita y alta, pero mi cuerpo es perfecto porque es mío y me ayuda a llevar el día a día”. El vocabulario de Serena Lichti, la adolescente que esta semana fue rechazada cuando intentó participar en un concurso de belleza en su escuela formoseña no tiene lugar para hipocresías. La adolescente de 17 años se convirtió en noticia cuando las autoridades del Colegio Nacional Juan José Silva, al que concurre, negaron su inscripción como candidata para Reina de la Primavera el lunes pasado, diciendo que no había más tiempo para inscribirse. “Me dieron un no indirecto y rotundo que me lastimó mucho”, aseguró la joven, que superó la bulimia y que quiso inscribirse como una forma de “romper con los estereotipos de modelos de cuerpo” para evitar la “discriminación de otras personas como yo”.
El repudio a la institución no se hizo esperar y sus compañeros organizaron una sentada en solidaridad con la joven pidiendo su admisión. “Da bronca porque se basan en elegir una reina que sea hermosa sólo físicamente: Sere es hermosa por dentro y por fuera, por eso no toleramos la discriminación”, señaló Camila, una de sus compañeras.
Este martes, finalmente, las autoridades del colegio permitieron que participe del desfile. “Con el colegio firmamos un acta para que mi hija concurse, pero con el objetivo de llevar el mensaje en contra de la discriminación, que uno tiene que amar su cuerpo, es lo que uno tiene y lo que tiene que querer”, aseguró en una emisora de radio local Claudia Silvestri, madre de la joven.
Aceptación. La batalla de Serena, que busca que sus compañeras admitan que “las gordas también somos hermosas y nos sentimos así”, coincide con una tendencia mundial en la que cada vez más celebrities abogan por una belleza real.
Tal es el caso de la actriz y productora de la serie Girls, Lena Dunham, que apareció esta semana con su compañera de reparto Jemima Kirke en una natural sesión de fotos de la marca de lencería Lonely. “Se trata de desafiar la forma en que la lencería ha sido presentada hasta ahora, dando una imagen positiva a las mujeres mostrando que está bien ser como son”, afirmaron desde la marca que, por principio, no retoca sus imágenes.
En Argentina, también hay marcas independientes de lencería que buscan ser un espacio de aceptación de la imagen corporal. “Es muy difícil sentir que tu cuerpo es válido y puede ser amado si no lo ves representando en ningún lado. Por eso quise hacer algo transgresor que acepte, represente y ame todos los cuerpos”, asegura Constanza del Sol Ferreyra que con su marca de ropa interior Metanoia apuesta a los “cuerpos reales”. En la campaña participan mujeres felices, con diferentes talles.