Otra vez la provincia de Chubut está en vilo por los incendios. Al cierre de esta edición, ya eran 1.300 hectáreas quemadas del Parque Nacional Los Alerces, producto del incendio –intencional, según creen las autoridades locales– desatado el jueves en la cordillera de Chubut; y al momento son 25 las personas evacuadas y una casa afectada.
“El fuego está controlado, pero con focos que se activan”, explica a PERFIL Víctor Yañez, secretario de Turismo de Trevelín, a 20 kilómetros del parque. Y advierte que “las altas temperaturas, el viento y la baja humedad son un mal combo, que no ayuda a combatir el incendio”.
Por eso, no pueden precisar cuándo se apagará por completo: “la dirección del viento, el material vegetal, la topografía y el clima tienen todo que ver con la duración”, sostiene Yañez. Y, si bien las inclemencias del calor y la imprevisibilidad del fuego dificultan el control de la situación, confían en que la baja de temperatura y las lluvias anunciadas para mañana mejorarán la situación.
En ese contexto, fuentes del Ministerio de Ambiente nacional, a cargo del operativo junto al Servicio Federal de Manejo del Fuego y la Administración de Parques Nacionales, se muestran optimistas de que hoy podrán controlarlo. “Hasta la mañana de ayer, estaba fuera de control. La emergencia arribó al punto de que desde el Plan Nacional del Manejo del Fuego se tuvieron que enviar emisarios para ponerse al mando de las brigadas y agregar siete camiones extras a los esfuerzos ya existentes, que cuentan con 70 brigadiers trabajando al unísino. La tragendia estuvo al borde de convertirse en desastre”, manifestaron.
En el lugar trabajan 150 brigadistas, cuatro aviones hidrantes, tres helicópteros y cinco autobombas forestales.
Intencional. Las conjeturas llevan a pensar que se trata de un fuego intencional, según sostuvo Daniel Crosta, intendente del Parque Nacional. “No me caben dudas de que se hizo a propósito”, dijo. No es la primera vez que la zona se ve afectada: el área del antiguo cementerio, al margen del arroyo La Cascada, ya había perdido 1.600 hectáreas el año pasado. Pese al daño, el turismo no para. De los tres accesos al parque, sólo el central está cerrado por el operativo. La temporada alta llenó de carpas la costa del Lago Futulaufquen y afirman están fuera de peligro.
Entre Ríos. El fuego arrasó también 1.100 hectáreas de pastizales en Entre Ríos, a 40 kilómetros de María Grande, donde la vegetación complicó el acceso a los focos, que también fueron controlados