Al tiempo que en la Ciudad de Buenos Aires se consolida la reapertura de diferentes actividades comerciales y, a la vez, se ameseta la cantidad de casos positivos de COVID-19 alrededor de los 1200 contagios diarios –un número alto, según afirmó ayer el propio Ministro de Salud porteño, Fernán Quirós– la Dirección General de Espacios Verdes y Cementerios habilitó, desde el próximo lunes, las visitas a los cementerios de Chacarita, Flores y Recoleta.
Se trata de una de las reaperturas más esperadas por la sociedad, sobre todo por aquellas familias que no pudieron despedir a quienes fallecieron en tiempos de la cuarentena, en especial, aquellos que sufrieron coronavirus o resultaron sospechosos de haberlo padecido y no pudieron acompañar sus restos a las necrópolis porteñas o visitar sus sepulcros.
Según la resolución oficial del Gobierno porteño, desde pasado mañana reabren los cementerios de Chacarita, Flores y Recoleta para que los vecinos de la Ciudad puedan visitar a sus seres queridos. Los cementerios estarán abiertos de lunes a domingo, incluyendo días feriados, de 8 a 17 horas.
Según el protocolo establecido por el Ejecutivo porteño, solo podrán ingresar dos familiares o deudos por persona fallecida con una permanencia máxima de una hora. Los visitantes podrán entrar con sus vehículos y deberán dirigirse de forma directa al estacionamiento correspondiente al sector a visitar. En este sentido, quienes ingresen deberán seguir la ruta de circulación interna más directa hacia el área asignada.
Al momento del ingreso al cementerio el personal a cargo de la seguridad tomará la temperatura de cada visitante y se le prohibirá el ingreso a quién tenga más de 37,5º de temperatura corporal. En todo momento será obligatorio el uso de tapabocas, respetar el distanciamiento social de dos metros entre los visitantes y evitar cualquier contacto físico. No están permitidas las visitas turísticas o recreativas.
En el caso de fallecimientos, se continuará aplicando el protocolo actual. Pueden acompañar hasta cinco personas designadas y un ministro religioso de cualquier credo. El acompañamiento se realizará de forma directa al sector de inhumación o cremación. En este caso, también será obligatorio el uso de tapabocas y el cumplimiento de las normas de distanciamiento social establecidas en los protocolos de ingrerso a los cementerios porteños.
“Si bien hoy la prioridad es cuidar la salud, no podemos dejar de lado la dimensión emocional de las personas. Para muchos es importante poder visitar en el cementerio a aquellos seres queridos que ya no están físicamente, por eso elaboramos este protocolo específico. A medida que la situación sanitaria nos lo permita, vamos a seguir avanzando en el Plan Integral y Gradual de Puesta en Marcha de la Ciudad”, aseguró Felipe Miguel, Jefe de Gabinete de la Ciudad.