SOCIEDAD
grandes descubrimientos de 2022

Los diez hitos científicos del año: del telescopio espacial a la superbacteria

Los editores de la revista “Science”, la más prestigiosa del mundo dedicada a temas de ciencia, destacó los avances registrados en los últimos doce meses. Sobresalen el debut de un megaproyecto de astronomía, el descubrimiento de una superbacteria de dos centímetros de largo y la primera incursión seria de la inteligencia artificial en un área típicamente humana: la creatividad artística. ¿Qué se espera para el 2023?

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Premiada. Jason Allen presentó en un concurso de arte su obra “Théâtre D’opéra Spatial”, creada por medio de inteligencia artificial (IA). | cedoc

Hace unos días, una de las revistas de ciencia más prestigiosas del mundo cumplió con su habitual tradición navideña: los editores de Science eligieron los diez hitos científicos principales de 2022. Y sobre el “ganador” no hubo dudas: este año el evento más relevante de la ciencia se concretó en julio, cuando el Telescopio Espacial James Webb (JWST) comenzó a enviar las primeras imágenes tomadas por sus sensores. Y si la primera impresión es lo que cuenta, el enamoramiento fue inmediato, porque el puñado de tomas que presentó el propio presidente de EE.UU. desde la sede central de NASA fascinó a legos y expertos, tanto por su altísima definición como por su belleza.

Según Science, el Webb “es un logro humano masivo”. Y tras compararlo en complejidad con las misiones que llevaron el hombre a la Luna, resaltó que “fue necesario completar una asombrosa cantidad de operaciones exitosas, incluida una sofisticada matriz de espejos montados en mecanismos de alta precisión, un protector solar de tela y refrigeradores criogénicos que enfrían los instrumentos hasta casi el cero absoluto”. Claro que desarrollarlo llevó el trabajo de cientos de investigadores, a lo largo de dos décadas y una inversión cercana a los US$ 10 mil millones.

“Es un telescopio revolucionario, porque nos faculta a mirar distancias que nunca antes habíamos podido ver, mucho más lejos y ‘atrás’ que otros telescopios célebres, como el Hubble”, le dijo a este cronista Estefanía Coluccio Leskow, doctora en física y docente universitaria. Según ella: “Técnicamente, nos permitirá ver ondas de luz emitida hace más de 13 mil millones de años, cuando nuestro universo era casi tan joven que tenía apenas unos 100 millones de años de edad”.

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Por su parte, la doctora Susana Pedrosa, investigadora del Conicet en el Instituto de Astrononía y Física del Espacio (IAFE), explicó que “la contribución del ‘viejo’ telescopio Hubble a la ciencia ha sido enorme en los 30 años de observaciones. Pero ya mostraba algunas limitaciones, especialmente en la longitud de ondas de luz que capta y procesa. Para poder “mirar” en otras longitudes, especialmente en el campo del infrarrojo que es muy atractivo para la astronomía, se diseñó el James Webb. Por ejemplo, si se apuntan ambos en la misma dirección y en ese punto del espacio hay una nube de polvo interestelar, el Hubble no podrá ver qué hay detrás. En cambio, el James Webb sí podrá detectar los objetos en esa línea de mira”. Y recordó: “las primeras imágenes de campo profundo que se difundieron, mostrando estrellas, lentes gravitacionales y otros objetos celestes, me volaron la cabeza”.
 

Finalistas del avance del año

Más allá del Webb, Science nominó otros grandes hitos. Entre ellos, el descubrimiento de una bacteria gigante con un micromundo interior complejísimo. La propia palabra “microbio” supone que son entes microscópicos, pero este, bautizado Thiomargarita magnífica, es unas 5 mil veces más grande que otras bacterias. Y el solo hecho de que una bacteria pueda medir hasta dos centímetros hizo que una de las científicas responsables del descubrimiento dijera: “Nos hace replantear y cuestionar ciertos principios fundamentales de la biología y la evolución de los seres vivos”.

Otro hecho destacado fueron los avances de la inteligencia artificial (IA) en áreas que –tradicionalmente– eran exclusivamente humanas, incluida la expresión artística. Una serie de desarrollos, incluso abiertos al uso del público, permitió que las IAs recurrieran al aprendizaje automático y –analizando combinaciones de texto e imágenes– encontraran patrones que las llevaron a crear imágenes completamente nuevas, pero de una familiaridad casi indistinguible de las tradicionales. Softwares como DALL-E 2 facilitan generar imágenes realistas y atractivas en minutos y de tal sofisticación que un artista humano presentó uno de estos trabajos en un concurso de bellas artes. Y lo ganó.

Finalmente, otros hitos destacados fueron la inminencia de la llegada de las primeras vacunas efectivas para la prevención del Virus Sincicial Respiratorio (VSR) y la primera prueba exitosa de la misión DART, de la NASA, que logró desplazar la órbita de un asteroide. Se trata de un experimento que, algún día, puede evitar que la Tierra sea impactada por un meteorito. Otro ejemplo más de cómo la ciencia puede mejorar nuestra calidad de vida. O, directamente, salvarla.

 

Lo que vendrá en el 2023

Además del “pasado” 2022, la otra revista decana de la ciencia global –Nature– propuso observar dónde estarán los hitos del año 2023. Según sus predicciones, la vacuna contra el Covid basada en tecnología mRNA, fue apenas la pionera. Este año se probarán vacunas, de esa misma plataforma, contra la malaria, la tuberculosis y el herpes genital. También contra la gripe. Otra tecnología médica que hará “ruido” es la aplicación de la edición del ADN por medio de Crispr-Cas en algunas enfermedades genéticas. Es posible también que se aprueben las primeras drogas capaces de ayudar a la cognición de los pacientes con Alzheimer. El telescopio Webb tendrá compañía con el Euclides de la ESA europea, que buscará trazar un mapa 3D del universo. Y la OMS planea actualizar la lista de virus y patógenos potencialmente peligrosos para la salud humana y fijar las prioridades de investigación en esta materia.