Los trabajadores con formación terciaria o superior dedicados a actividades de enseñanza tienen un ingreso promedio de $49.488 mensuales. Ese monto ubica a los docentes en el puesto 15 en un ranking de 18 actividades, por encima de tareas como la explotación de minas y canteras, actividades administrativas y servicios de apoyo y las tareas domésticas.
Los datos surgen del informe Enseñar, a pesar de todo, firmado por Mariano Narodowski, profesor de la Universidad Torcuato di Tella; y Gabriela Catri, Martín Nistal y Víctor Volman, del Observatorio de Argentinos por la Educación. A partir de los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) para el año 2020 y el primer trimestre de 2021, se analizan los ingresos laborales de trabajadores con formación terciaria, universitaria y de posgrado, teniendo en cuenta que la gran mayoría de los docentes tienen al menos formación terciaria o universitaria.
"Un salario competitivo es una de las herramientas clave para atraer y retener a los mejores candidatos a la profesión docente", plantea el documento. En varias actividades relevadas en la EPH, el ingreso promedio supera en más del 50% al ingreso promedio de los docentes: es el caso de los trabajadores dedicados a actividades financieras, suministro de electricidad y gas, actividades inmobiliarias, administración pública y defensa, entre otras.
“La valoración que le damos a la educación es la valoración del trabajo docente. Con estudios terciarios, conviene trabajar en un banco o en una inmobiliaria. La carrera docente en la Argentina tiene reglas de hace 60 años, está atrasada y ni siquiera permite un salario acorde al nivel de formación. Afortunadamente, la mayoría de los docentes enseña a pesar de todo. Es con ellos que la dirigencia política podrá cambiar la educación, el día en que asuma esa voluntad y la educación deje de ser solo un slogan de campaña”, afirma Mariano Narodowski, profesor de la Universidad Torcuato Di Tella y académico asociado de Argentinos por la Educación.
Hablan los docentes: por qué enseñar
“¿Por qué todavía elijo la profesión? Porque el aula tiene una magia indescriptible. Cuando uno ve en los ojos de un chico esa chispa de que entendió, y suelta una expresión de alegría, eso no tiene precio. Y también porque en esos minutos somos poderosos: podemos cambiarle la vida a un chico, solo con una mirada, con una palabra que le demuestre que puede ir más allá. Rebeldía, infinita curiosidad y ganas de romper la matrix: eso me define como docente”, cuenta María Cristina Gómez, directora de la Red de Educadores Innovadores.
“Después de 27 años de docente y de trabajar en distintos ámbitos educativos, me sigo levantando todos los días agradecido de haber elegido esta hermosa profesión, de poder llevarla adelante y de seguir aprendiendo. Me siento partícipe de la construcción de un futuro mejor, siempre teniendo como objetivo brindar a los estudiantes conocimientos, valores, hábitos y habilidades que les permitan descubrir su vocación, desarrollarse y ser parte como personas activas en una sociedad civilizada”, afirma Martín Salvetti, subsecretario de Educación de Lomas de Zamora, finalista en 2019 del Premio Global a la Enseñanza.
Inés Bulacio, docente hospitalaria y domiciliaria, vicedirectora de la Escuela Hospitalaria Nº 1, cuenta: “Me recibí de maestra hace más de 30 años, pero me alejé de la docencia por unos años. Con el tiempo descubrí que, cuando el corazón galopa fuerte, hay que escucharlo y dejarse llevar por la pasión que nos envuelve a quienes ejercemos la docencia poniendo nuestros mejores ingredientes: alma, vida y corazón. Los caminos de la vida me llevaron a conocer otra modalidad educativa, las escuelas hospitalarias y domiciliarias. Aquí pude encontrar mi lugar en la docencia, dando clase a pie de cama, en medio de sueros, pinchazos y médicos, en donde lo escolar se resignifica para dar lugar a la magia de seguir enseñando y aprendiendo en medio del dolor y la enfermedad”.
El compromiso con el aprendizaje, el deseo de transformar las vidas de sus estudiantes, la voluntad de innovar y de seguir aprendiendo son elementos que se repiten en los testimonios de los docentes consultados. "Para ellas y ellos, educar es una pasión y, a la vez, una forma de construir un futuro mejor para todos", aseguran los autores del informe.