Para los seguidores de la banda californiana Red Hot Chili Peppers, el recital del 18 de septiembre en el estadio de River es una gran noticia; pero para los vecinos de los barrios aledaños, es la vuelta de las vibraciones que, según denuncian, ocasionan daños en los edificios del barrio. Y es que este concierto marca la vuelta del público parado en el campo de juego, que el propio Gobierno prohibió el año pasado.
Desde la Agencia de Protección Ambiental dicen que se permitirá público parado esta vez “porque Syberia –la productora contratista del club que se hizo cargo luego de que se rescindiera el contrato con T4F– se comprometió a realizar una prueba durante el primer recital con espectadores de pie en el piso “que ha demostrado mayor grado de mitigación”.
“Nos sentimos desprotegidos porque en el Gobierno no nos dieron respuesta”, dice Liliana Daloia, de la Red Alerta Núñez –que junto a la Asociación Civil Vecinos de Belgrano encabeza la protesta–, y agrega que mientras en River “se excede la capacidad, vemos como las rajaduras de las casas son cada vez peores”.