SOCIEDAD
Un festejo diferente

Lucha de almohadas, original contienda en Palermo

Cientos de jóvenes se acercaron al Planetario para disfrutar de un evento muy particular. Almohadonazos, plumas y diversión. Vea el video.

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En medio de una tormenta de plumas y gomaespuma, se realizó la segunda Lucha de Almohadas de Buenos Aires frente al Planetario, en la Plaza Benjamín Gould del Parque 3 de Febrero, ubicado en el barrio porteño de Palermo. El evento fue organizado por Marina Ponzi, una estudiante de comunicación de 25 años, que difundió la noticia desde su blog y por la red social Facebook. Pronto, la convocatoria tuvo eco en los medios de comunicación y terminó siendo todo un éxito: al menos unas mil personas estuvieron celebrando a almohadonazos.

La idea de la Lucha de Almohadas era "divertirse, descargar tensiones, hacer algo nuevo y diferente", según escribió Marina en su blog. En ese sentido, también se puede decir que el objetivo quedó cumplido: el público, jóvenes en su mayoría, rió, gritó, descargó tensiones y alguno que otro resultó levemente lastimado por los almohadonazos que se repartieron a mansalva.

"¡Al de las rastas! ¡Al flogger! ¡A los extranjeros! ¡Al de peinado punk!" gritaban los asistentes, antes de abalanzarse unos sobre otros y golpearse con las almohadas. Luego se tranquilizaban, volvían a apuntarse entre sí, y buscaban otra "víctima". Las preferidas eran las chicas que se subían "a upa" de algún varón y recibían almohadazos hasta que se bajaban.

A pesar del desorden aparente, primó la tranquilidad y el público habitual de los bosques de Palermo siguió con su rutina. Los vendedores ambulantes no se inmutaron, y todo se desarrolló bajo la vigilancia de los Guardianes de Plaza del gobierno porteño.

La Lucha de Almohadas está inspirada en los flashmobs : gente que se organiza con anticipación por celular o internet para hacer una aparición "artística" en algún lugar público y luego escapar rápidamente. Sin embargo, no puede considerársela como tal, ya que el evento se anunció en los medios y a las 19, cuando Perfil.com abandonó el Planetario, todavía había cientos de jóvenes haciendo volar plumas y almohadas.

(*) Redactor de Perfil.com ([email protected])