Dos ex jefes policiales fueron condenados hoy a la pena de prisión perpetua y un tercero quedó absuelto, por los 30 crímenes en la última dictadura militar, según lo dispuso hoy, en medio de incidentes, el tribunal que llevó adelante el juicio por la "masacre de Fátima". La resolución fue adoptada por el Tribunal Oral Federal número 5, en medio de insultos y gritos por parte de militantes de derechos humanos que fustigaron a los jueces cuando dieron a conocer la liberación del ex policía Miguel Angel Trimarchi.
Los jueces dieron por cierto que Trimarchi no estuvo en el Departamento Central de la Policía en la noche del crimen, mientras que condenaron a prisión perpetua los ex comisarios Juan Carlos Lapuyole y Carlos Enrique Gallone por "privación ilegal de la libertad y homicidio calificado por alevosía" reiterado en 30 oportunidades.
A medida que se daba a conocer la sentencia, los militantes de izquierda presentes en la sala de audiencias de los tribunales de Retiro fueron cambiando la actitud: primero celebrar y festejar las primeras condenas, pero luego estallaron en insultos contra los jueces. Fue apenas el tribunal leyó la absolución de Trimarchi, cuando comenzaron a gritarles: "genocidas", "asesinos" y "cómplices".
Los jueces Daniel Obligado, Guillermo Gordo y Ricardo Farias, mientras del TOF 5, pidieron silencio pero los militantes comenzaron a cantar y cruzar insultos con los familiares de Trimarchi, que estaban sentados a sólo unos asientos de por medio, conmocionados por la liberación del ex policía. Finalmente el tribunal ordenó a la policía desalojar la totalidad de sala de juicio.
"Este tribunal es una porquería", dijo una de las madres de las víctimas para los jueces del TOF 5 que tiene delegadas las causas de derechos humanos y llevó adelante el juicio oral contra el luego fallecido prefecto Héctor Febres.
Antes de la sentencia, los imputados habían tenido la oportunidad de pronunciar sus últimas palabras. "La única resolución que voy aceptar es la absolución porque cualquier otro dictamen confirmaría la contaminación por presiones políticas que sufre la Justicia", había dicho Trimarchi, quien terminó finalmente libre.
Gallone, por su parte, dijo que en la noche del 19 de agosto de 1976 no estaba en Buenos Aires sino en Mar del Plata: "No sé porqué estoy hace cuatro años y pico acá señor Presidente. Se lo juro por las cenizas de mi padre: Soy inocente".
El tercer acusado, el ex comisario Lapuyole, de 78 años, ex jefe del Departamento de Inteligencia de la Policía Federal, se inclinó por no hablar.
La querella y la fiscalía habían coincidido en pedir la pena de prisión perpetua para los tres acusados.
Todo ocurrió en la noche de 19 de agosto de 1976, cuando 30 prisioneros que estaban secuestrados en el tercer piso del edificio de la Superintendencia Federal, en la calle Moreno 1417 de esta Capital Federal, fueron elegidos al azar para vengar un ataque que había realizado la agrupación Montoneros en el comedor del edificio y mató a 27 policías.
Los detenidos fueron inyectados con tranquilizantes y sacados del edificio en un camión militar, desde donde los trasladaron a la playa de estacionamiento de la fábrica textil Sudamtex. Allí fueron asesinados de disparos en la cabeza y luego llevaron sus cuerpos hasta la localidad bonaerense de Fátima a donde llegaron de madrugada. Primero apilaron los cadáveres en un camino comarcal de Fátima, a la altura del kilómetro 62 de la ruta ocho, y luego los volaron con trotyl.
Los cadáveres fueron encontrados hacia las 5.30 de la madrugada por un grupo de obreros de un horno de ladrillos, que se dirigían a su trabajo, y quedaron tan destrozados que sólo 16 de ellos pudieron ser identificados. Entre las víctimas figuraba la comisión gremial interna de la fábrica de autopartes Bendix, de la zona norte del Gran Buenos Aires.
Fuente: DyN