La seguridad en las estaciones de subte es materia de preocupación de las grandes ciudades del mundo. El metro de Madrid, por ejemplo, opera con nueve mil cámaras y 1.500 agentes de seguridad. Sólo el año pasado, pusieron a disposición de la policía mil videos. En Barcelona, en tanto, cuentan con 2.400 cámaras y en Santiago de Chile, con 2.500. Londres y San Pablo son otras ciudades donde se implementó el sistema de videovigilancia que ahora adopta Buenos Aires.
En todos los casos, las cámaras son monitoreadas por centros desde donde se alerta ante situaciones delictivas, de violencia o accidentes. En Barcelona, además, la policía trabaja con la Justicia aplicando órdenes de alejamiento a aquellas personas que comenten ilícitos en los subtes, para que no puedan volver a circular por allí.
Con la London Underground Limited, que opera la red de subterráneos de Londres, el más grande de Europa y uno de los mejores del mundo, Sbase firmó un acuerdo de cooperación que le posibilitará contar con capacitaciones y visitas técnicas de expertos, vinculados al mantenimiento de flota, prevención de siniestros y monitoreo de calidad ambiental, entre otros.