Hace tres años, María Isabel Chorobik de Mariani, más conocida como “Chicha”, fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo, aseguraba en una entrevista que no perdía las esperanzas de encontrar a su nieta. "He corrido en busca de mi nieta como una loca, año tras año. Perdí a mi marido, a mi madre, a mi hermano... Pero sigo buscándola. Y seguiré haciéndolo hasta el final de mi vida", sostenía.
“Estábamos convencidas de que no tardaríamos en encontrar a nuestros nietos”, relataba Mariani, fallecida este lunes a los 95 años, al diario español El Mundo. “Creíamos que el gobierno nos los devolvería. ¡Qué ingenuas éramos! Incluso llegamos a comprar pañales, pensando que recibiríamos a las criaturas en cualquier momento. Pero todavía los estamos esperando. Y de aquellas doce fundadoras, casi todas han muerto ya. Entre ellas mi compañera inicial Alicia, que falleció en 2008”, agregó.
'La dictadora negaba todo esforzándose en ocultar sus crímenes', prosigue Chicha. 'Había gente que trataba de ayudarnos, informándonos de casos sospechosos. Pero era imposible hacer un seguimiento completo aunque llegamos a comportarnos como detectives, espiando a familias con criaturas que pudieran ser nuestras. Mirta llegó a disfrazarse e incluso a subirse a los tejados. Nosotras conseguimos localizar, identificar y recuperar a medio centenar de niños y niñas secuestrado".
En 2011, un represor decía que Clara Mariani había muerto carbonizada
“Había gente que trataba de ayudarnos, informándonos de casos sospechosos. Pero era imposible hacer un seguimiento completo aunque llegamos a comportarnos como detectives, espiando a familias con criaturas que pudieran ser nuestras. Nosotras conseguimos localizar, identificar y recuperar a medio centenar de niños y niñas secuestrados”, señalaba en ese momento la mujer que hoy tiene 90 años.
"Varias veces creí haberla localizado, pero las pruebas genéticas lo desmintieron”, contaba. “A lo largo de los años han venido, y todavía siguen viniendo, chicas que creían que podían ser Clara Anahí. Después, al ver que los análisis resultaban negativos, compartíamos la desilusión. Pero algunas se han convertido en mis nietas del corazón”. “Es increíble que se me ha llenado la casa de mujeres jóvenes, que necesitan saber quiénes son realmente, todas hermosas y todas inteligentes. Yo las acepto con cariño. Pero, claro, sigo buscando a la verdadera Clara Anahí", manifestaba la fundadora de Abuelas.
"A veces me he sentido muy mal, cansada y decepcionada de la vida, de la gente y de las cosas. Incluso he tenido tanta fatiga que he pensado que ya era hora de irme. Pero siempre reacciono y me digo que no puedo morirme, que no tengo derecho a hacerlo. Porque tengo que seguir buscando a Clara Anahí, que ya ha cumplido treinta y ocho años sin saber quién es en realidad. Por eso no me puedo ir, no tengo derecho a morirme sin haber encontrado a Clara Anahí".
La trágica noche en que desapareció la nieta de Chicha Mariani