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Rosa, la mamá de Miguel Bru, el estudiante de Periodismo que fue torturado y asesinado hace veinte años en la Comisaría 9ª de La Plata, y cuyo cuerpo aún no apareció, dijo ayer que nunca imaginó que iba a pasar dos décadas buscando a su hijo.
“La primera reflexión que me viene a la mente en este día es que nunca me hubiese imaginado que iba a llegar a esta fecha tan dolorosa. Nunca imaginé que iban a pasar veinte años, que son los que más me pesan, en la búsqueda de mi hijo”, afirmó, en diálogo con la agencia Télam.
“Pensar todo lo que nos pasó me entristece, porque nosotros éramos una familia común, de tener las cosas que tienen todos, y esto no se lo deseo a nadie porque de la noche a la mañana nos transformamos en una familia conocida”, sostuvo Rosa.
“Y digo gracias a Dios que nos hicimos una familia conocida, porque si no hubiera tenido el acompañamiento de los amigos, de la Facultad de Periodismo, de los periodistas, seguramente todavía estaríamos esperando que él regrese, creyendo las mentiras del ex juez (Amílcar Vara), que fue destituido, que encubría a la policía, y era la policía la que lo había matado”, aseveró.
Durante el juicio, el tribunal dio por acreditado que Miguel fue privado de su libertad por los policías, sometido a castigos que le provocaron la muerte y después retirado inerte en el baúl de un automóvil.
También dieron por probado que del libro de guardia de la seccional fue borrado el ingreso del joven, que había sido detenido por denunciar a los policías López y Abrigo, y tomaron como válidas las declaraciones de tres ex detenidos que dijeron haber visto a Bru en la comisaría.
Pese a los 36 rastrillajes realizados en estos veinte años, el cadáver nunca se encontró, pero el caso sentó como precedente las condenas por homicidio aunque no se halle el cadáver.