Las farmacias de la Ciudad y el Gran Buenos Aires podrían dejar de realizar descuentos a los afiliados a empresas prepagas.
Las entidades que nuclean a los farmacécuticos (Asofar, la Cámara Argentina de Farmacias y el Colegio de Farmacéuticos de la Capital Federal) manifestaron su inquietud frente a las dificultades económicas que enfrentan debido al nivel y forma de pago de las bonificaciones.
La reglamentación actual dispone que las farmacias deben realizarle un descuento a los afiliados de las empresas de medicina privada y, a la vez, bonificar a las empresas. Esas bonificaciones alcanzarían un promedio del 24 por ciento sobre el valor total del producto vendido si se tiene en cuenta que del descuento habitual del 40 por ciento las prepagas sólo abonan el 16 por ciento.
Según señalan las entidades, paralelamente fueron disminuyendo los descuentos realizados por las droguerías sobre los precios establecidos por la industria y además sufren la competencia desleal de la venta de medicamentos fuera de la farmacia.
A esta situación se le sumarían también los incrementos de los alquileres y el aumento en los salarios del personal, lo que habría provocado el cierre de un número alarmante de farmacias.