Una estatua de Perón sentado a una mesa, tablas de fiambres bautizadas con el nombre de Aramburu, un happy hour que se llama La Hora de los Pueblos y hasta bebidas decoradas con la famosa sigla PV. Es sólo una muestra de lo que se puede encontrar en los nuevos bares temáticos que se están inaugurando para rendirle culto al peronismo. Ya son cuatro los locales que homenajean al movimiento nacional y popular, de los cuales tres se abrieron en los últimos meses y van desde un café de Recoleta hasta un bar cool de Palermo Hollywood.
Estos lugares no son visitados sólo por simpatizantes de la causa, sino también por turistas extranjeros y simples curiosos. Pero además se están convirtiendo en punto de encuentro de la clase política, incluyendo a funcionarios de primera línea del Gobierno nacional. El pionero de esta modalidad es El General, un restaurante de San Telmo inaugurado en 2005, pero que desde entonces sufrió cambios y hasta fue cerrado por un tiempo por una insólita pelea entre dueños duhaldistas y kirchneristas, que a mediados de 2008 desembocó en una quiebra. Fue entonces cuando los empleados empezaron a administrarlo, a través de una cooperativa que lleva el nombre del restaurante.
Los nuevos propietarios mudaron el lugar a dos cuadras, a su actual dirección de Belgrano 350, y en ese inmueble instalaron una nueva versión del comedor que evoca la figura de Juan Domingo Perón. Se ingresa a través de la Puerta de Hierro, en referencia a la casa del ex presidente durante su exilio en Madrid. En el hall de entrada, hay vitrinas con objetos históricos, como una Constitución Nacional original de 1949 o una edición antigua del Plan Quinquenal. A pesar de los cambios, mantuvieron el objetivo de recordar los dos primeros gobiernos peronistas. Por ese motivo, las paredes siguen tapizadas con fotografías blanco y negro que evocan los momentos más destacados desde 1946 hasta 1955.
“Queremos rememorar la obra del mejor gobierno de los últimos 65 años”, señala Luis Peralta, chef de la cocina que se convirtió en presidente de la cooperativa. “Ahora, nosotros no permitimos que acá se metan las internas políticas”, asegura. Además, se puede observar imágenes curiosas, como Evita haciéndose las uñas junto a un perro caniche.
La imagen principal del salón es una gran pintura de Perón, sentado mientras fuma después de haber ganado las elecciones de 1952. En otro rincón, se despliega una pantalla para exhibir documentales sobre la historia del peronismo. Los recuerdos también incluyen sonidos, porque pasan la marcha de Hugo del Carril una vez por día y cada vez que alguien cumple años. De los restaurantes dedicados a la temática peronista, éste parece el más concurrido por dirigentes de primera línea.
En su primera etapa, se había convertido en el lugar preferido de un grupo de diputados antikirchneristas, que llegó a autodenominarse con el nombre del lugar y que estaba integrado por Francisco de Narváez, Eduardo Camaño y Juan José Alvarez, entre otros. Ahora asisten otra vez distintas líneas políticas: se puede ver figuras del Gobierno como el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, el secretario de comercio, Guillermo Moreno, y el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray.
Además de El General, en los últimos meses se abrieron tres locales que homenajean la doctrina justicialista. Juan Domingo Restó Bar está ubicado en La Plata, sobre la calle 58. Está decorado con múltiples cuadros que recorren la vida de Perón y también se realizan distintas muestras de arte. Si se trata de imágenes, el jardín cuenta con un mural fotográfico que recrea el 17 de octubre de 1945, Día de la Lealtad peronista.
También se hace un homenaje a través de los alimentos. El menú incluye el pastel de papas, porque era la comida preferida del ex presidente. Hay otros platos bautizados con nombres relacionados con el líder, como la copa Mi General y el risotto Puerta de Hierro.
Peronismo palermitano. Entre los boliches que rinden culto al peronismo, está Perón Perón, un moderno restó de Palermo Hollywood. Abrió en noviembre, en un local de la calle Carranza 2225, donde –según comentan los vecinos– hace muchos años funcionaba una unidad básica. Los dueños del emprendimiento son productores radiales que decidieron invertir en el rubro gastronómico.
“Soy un militante peronista de toda la vida y quería hacer un homenaje a esa ideología”, comenta Daniel Narezo, uno de los propietarios. “De paso, me gustaría desterrar algunos prejuicios y mostrar que el peronismo puede tener un bar cool en un barrio como Palermo”, agrega el ex productor de Alejandro Dolina.
Este restaurante evoca la causa justicialista con un estilo más ingenioso y en algunos casos con un humor ácido. Algunos ejemplos son los nombres con los que bautizaron distintos platos: Asado al Parquet y tabla de fiambres Pedro Eugenio, en referencia al ex presidente de facto Aramburu, asesinado por Montoneros.
En los distintos sectores del local se puede encontrar referencias creativas. Una pared del local simula tener pintadas callejeras y allí la gente puede escribir con marcador su propio mensaje. En otro sector se puede ver un antiguo reloj Cronos, que se usaba para que los empleados registraran su salida o entrada del trabajo. Las agujas están detenidas en las 20.25, la hora de muerte de Eva Perón, y hay una ficha metida que corresponde a Juan Domingo Perón. Sobre esa pared están las fichas de otros peronistas que fallecieron, desde Rodolfo Walsh hasta Néstor Kirchner.
Además, los “happy hour” son La Hora de los Pueblos y los tragos pueden venir decorados con las siglas PV, en alusión a la famosa consigna “Perón Vuelve”. En el restó ya fueron vistos funcionarios vinculados al Gobierno, como Carlos Tomada y el ministro de Economía, Amado Boudou. También el subsecretario de Asuntos Legales, Claudio Heredia, y el dirigente de la agrupación juvenil La Cámpora, José Ottavis. El titular del ex Comfer, Gabriel Mariotto, está presente en un cartel que respalda la nueva Ley de Medios Audiovisuales.
Otro bodegón temático del peronismo es un bar de Recoleta llamado Un Café con Perón. Fue inaugurado por el Instituto Nacional Juan Domingo Perón, que estudia el legado del ex presidente y que depende del Gobierno nacional. Se encuentra en un edificio histórico de la calle Austria 2600. Fue parte del Palacio Unzué, utilizado como residencia presidencial y habitado por el General hasta 1955. Allí funcionaba la “casa de los edecanes militares”, donde vivían los caseros y las amas de llaves que trabajaban para la mansión oficial.
“Ese lugar cargado de historia estaba en ruinas y este proyecto sirvió para restaurarlo”, informa Lorenzo Pepe, ex diputado justicialista que dirige el Instituto JDP. “Nuestro principal propósito es destacar la vida y obra de un presidente que fue elegido tres veces por el pueblo argentino”, explica.
Se trata de una cafetería que ofrece a los visitantes el catálogo de una biblioteca gratuita sobre peronismo y cuenta con un microcine que proyecta filmaciones sobre el tema. Fue inaugurado en octubre con la presencia del secretario de Cultura, Jorge Coscia, que aportó los fondos públicos para construirlo. También se colocó una placa con los dirigentes que colaboraron con la iniciativa, donde aparecen juntos enemigos como Hugo Moyano y el sindicalista duhaldista Gerónimo Venegas.
En las paredes, hay fotos de época, agrupadas según se trate de Evita, del ex presidente o de movilizaciones populares. Se destacan los primeros afiches a color del justicialismo y una vitrina con verdaderos tesoros: textos manuscritos, antiguos discos con canciones partidarias y hasta una botella cuya etiqueta lleva la cara del líder popular. Todas las sillas tienen el nombre de alguno de los fundadores del movimiento peronista.
Sin embargo, la principal atracción es una estatua a escala real de Perón. Fue realizada por Fernando Pugliese, el artista que creó las figuras del parque Tierra Santa, pero no le resultó una tarea fácil. “Le tuve que pedir varias veces que lo hiciera de nuevo, porque no quedaba tan real como yo quería”, cuenta Pepe, que conoció personalmente al ex mandatario. La escultura tiene varios detalles, desde el moño negro que usaba como luto por la muerte de Eva, hasta el famoso anillo de ónix que siempre llevaba puesto.
Sentado a una de las mesas, la figura levanta los brazos como invitando a sentarse y la gente se acerca para concretar el sueño imposible de cualquier visitante de los bares temáticos peronistas: una foto con el General.
* La nota fue publicada en la sección El Observador del diario PERFIL del 6 de febrero último.