Somos muchas las personas que muy ocasionalmente nos sentamos a ver televisión. Normalmente, en el caso mío -por si a alguien le interesara-, ver televisión es una actividad programada, y se vincula con ciclos o situaciones muy puntuales que me llevan a la pantalla. Pero, claro, como con cualquier ser humano, sucede que uno se encuentra a veces de modo azaroso frente al televisor manipulando el control remoto.
Ésa fue la situación de los otros días, cuando sin poder cambiar de canal, porque estaba como hipnotizado por la escena abominable que se presentaba ante mis ojos, reparé en algunas cosas que se hacen y se muestran en la televisión argentina. Y las preguntas que surgieron de esta experiencia verdaderamente perturbadora, se vinculan no tanto con la problemática llamada “sexual” –vale decir, con la supuesta procacidad erótica que tendría la televisión, que en el fondo me tiene sin cuidado- sino que apunta a otras cuestiones que han quedado fuera de debate y me parecen infinitamente más urgentes y más graves.
(El contenido completo del podcast, en el blog de Pepe Eliaschev)