SOCIEDAD
PROYECTO DE LEY

Piden que se legalice el uso terapéutico de la marihuana

Las diputadas Marta de Brasi, Diana Conti y Graciela Rosso presentaron un proyecto de ley para que se autorice el consumo del compuesto tetrahidrocannabinol, de origen natural o sintético, con fines terapéuticos. Ya es legal en once estados de los EE.UU., Canadá, Holanda y Alemania, pero en la Argentina la comunidad médica es reticente. Galería de fotos

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RESPALDO. La British Medical Association reconoce propiedades teraputicas de la cannabis. | Cedoc
“Los médicos integran una corporación y como todas las corporaciones tienen códigos que cuesta quebrar. Y los laboratorios también tienen un gran negocio asegurado con los tratamientos tradicionales, pese a que numerosas investigaciones en el mundo demostraron la eficacia para algunas enfermedades del compuesto químico tetrahidrocannabinol, uno de los 400 que tiene el cannabis”, opinó la diputada nacional y psicóloga Marta de Brasi (Frente para la Victoria), quien, junto a las legisladoras Diana Conti y Graciela Rosso, presentó un proyecto de ley para la despenalización con fines terapéuticos. “ Su utilización se remonta al Imperio Chino, 2.700 años antes de Cristo. También se utilizó en Africa para combatir la disentería, el paludismo y la fiebre”, aseguró De Brasi. El proyecto en cuestión establece que “el uso medicinal de la marihuana no debería ser castigado penalmente, ya que, si bien la Ley 23.737 penaliza la tenencia de drogas para consumo personal, el usuario se encontraría amparado por un estado de necesidad justificante debido a que provoca un mal menor para evitar un mal mayor”. La postura es avalada por el ministro de Salud, Ginés González García, quien en varias oportunidades dijo que “la marihuana para uso medicinal no debe ser prohibida, de hecho hace años que se utiliza la morfina y nadie dice nada”.

Uso legal. Está permitido que personas enfermas cultiven su propia cannabis en once estados norteamericanos, Canadá, Alemania, Holanda y Cataluña (España), y está en debate en Bélgica e Italia. En Canadá y Holanda es el propio Estado el que se encarga de cultivar o contratar a cultivadores, a quienes les compra el cannabis y la distribuye a través de las farmacias.

El Cesamet (nabilona, un sintético con iguales funciones que el THC) y el Marinol (THC, principal componente del cannabis, también conocido como dronabinol) se comercializan en comprimidos y se recetan para acrecentar el apetito en enfermos de sida y combatir las náuseas de la quimioterapia. El spray bucal Sativex es un extracto de toda la planta que se comercializa en Canadá para los espasmos dolorosos de la esclerosis múltiple. El laboratorio Almirall firmó un acuerdo con GW Pharmaceuticals para venderlo en Europa, mientras que en el Reino Unido, Sativex está ya licenciado a Bayer HealthCare. También se encuentra en vías de comercialización el Acomplia (rimonabant), un antagonista cannabinoide para el tratamiento de la obesidad.

Precedente local. En la Argentina, las personas que deciden paliar los síntomas de diversas enfermedades con marihuana tienen sólo la opción de fumarla, una práctica nociva teniendo en cuenta los elementos cancerígenos que produce la combustión. Tal es el caso de P.P.C., una mujer que fuma marihuana para aliviar sus dolores cervicales crónicos. La Sala II de la Cámara Federal, integrada por Horacio Cattani, Martín Irurzun y Eduardo Luraschi, revocó en marzo de este año un fallo de la jueza María Servini de Cubría que la había procesado. Consideraron que la mujer “refirió ser consumidora de esa sustancia pero exclusivamente con fines terapéuticos: su utilización, según alegó, estaba únicamente dirigida a aliviar los episodios de intenso dolor que sufría con motivo de la enfermedad que padece en su columna”.

En una entrevista publicada en PERFIL el 16 de octubre de 2005, P. contó que cuando la detuvieron, la recluyeron en un calabozo “como si yo fuera narco”. Según los magistrados, “la paciente presenta intolerancia a drogas analgésico-antiinflamatorias, carece de los recursos necesarios para someterse a un tratamiento intensivo traumatológico y se halla impedida de abandonar los trabajos domésticos familiares, como le ha sido indicado, por tener a su cargo a su anciana madre y a una hija menor”.

El debate dentro de la comunidad mediática
Ricardo Navarrete Varo, licenciado en Medicina y Cirugía de la Universidad de Málaga y miembro de la junta directiva de la Asociación Internacional por el Cannabis como Medicamento, explicó que “ los beneficios sintomáticos que ya han completado los protocolos de estudio tienen que ver con combatir vómitos, dolor y espasmos e incrementar el apetito”. “Propongo medicar al enfermo con el fármaco que le provoque mayor efecto terapéutico a cambio de menores efectos secundarios. La cannabis no es mejor analgésico que la morfina, pero hay pacientes que no la toleran. En medicina no hay regla: cada caso es único y los derivados de cannabis (el cigarro o el Sativex) deben tener su lugar en el estante de la farmacia”, afirmó.

En general, la comunidad médica argentina es reticente a estas alternativas. Carlos Damín, profesor adjunto de Toxicología de la Facultad de Medicina de la UBA y jefe de Toxicología del Hospital Fernández, dijo estar a favor de la despenalización de la tenencia pero no de su utilización con fines terapéuticos. “ No tiene un efecto superior a los medicamentos que existen en el mercado, la discusión tiene más que ver con un cliché político y publicitario, similar a lo que sucedió con la crotoxina”, afirmó. Santiago Besuschio, presidente de la Sociedad Argentina de Humanismo Médico, tampoco apoya la legalización: “Su utilización es completamente negativa. Existiendo un amplio vademécum para el tratamiento sintomático que se sugiere con cannabis y por los graves riesgos asociados a dicha sustancia, no aconsejo su uso terapéutico”.