Los vecinos y organizaciones sociales del barrio de La Boca, el más reconocido y tradicional de la Ciudad de la Buenos Aires, de igual modo que a nivel mundial, se encuentran en estado de alerta y movilización ante la venta y posible cierre del denominado Playón de la Boca, el predio ubicado en la esquina de las calles Gral Aráoz de Lamadrid y Del Valle Iberlucea, a tan solo 100 metros de Caminito. Referencia indiscutida del turismo internacional, junto al estadio Alberto J. Armando, La Bombonera, claro está.
Atentos a esta situación, referentes sociales de la asociación vecinal La Boca Resiste y Propone, el FC Playón, cuyos equipos de infantiles y futsal entrenan allí, y otros colectivos vecinales prevén marchar este sábado por la tarde desde el Puente Trasbordador hasta esa esquina para visibilizar la situación que se vive entre quienes concurren al lugar. También, para pedir informes sobre la situación dominial del predio.
Para ello, reclaman que se conforme una mesa de diálogo que involucre a los vecinos, al Gobierno porteño y al futuro propietario del espacio. Pero además, la idea apunta a que la Ciudad garantice otro predio para preservar este espacio vital de un barrio declarado en emergencia ambiental y urbanístico.
Luego de un voraz incendio que destruyó por completo el conventillo que se eregía en esa esquina a mediados de los ‘90, el lugar fue recuperado por los vecinos y se convirtió en un verdadero club social, deportivo y cultural a cielo abierto. Desde hace unos 30 años allí entrenan y juegan al fútbol más de 100 chicos y adolescentes que representan al FC Playón. Además, la murga los Príncipes de la Boca ensaya semanalmente ahí.
Mientras tanto, la inquietud de los vecinos continúa, especialmente debido a los rumores que apuntan al posible interés de una empresa en desarrollar en ese lugar un proyecto relacionado con el Distrito de las Artes y al auge del turismo in ternacional.
“Como papá y como vecino que vive hace 43 años en La Boca, esto es una lástima. El playón es un lugar que contiene a los pibes del barrio”, aseguró Fabián Cabrera, referente del lugar y DT de las divisiones infantiles del equipo que representa al predio.
“Hace 35 años que estamos cuidando este espacio y nunca apareció nadie. Recién ahora, con todo el auge turístico y la llegada de nuevos comercios, surge una sociedad anónima que dice ser dueña del lugar.”
En relación con la operación inmobiliaria, Cabrera contó que la firma Antúnez Vega ofrecía el predio por 650 mil dólares. “Si bien nos ofrecieron comprar el predio, ¿de dónde vamos a sacar esa plata? Es imposible para nosotros”, se preguntó, sin ocultar su enojo y preocupación. “A mediados de noviembre y, de la noche a la mañana, nos enteramos que lo vendieron. Hasta el momento no hubo confirmación oficial de la venta; nadie se presentó con los papeles que aseguren su propiedad”.
Durante la charla, Cabrerá contó que un día llegó un camión con un arquitecto con obreros a vallar el lugar, pero cuando vieron que era una cancha, desistieron y se fueron. “El arquitecto nos dijo que tenían que vallar un terreno baldío. Pero cuando vieron cómo era el lugar realmente, dieron media vuelta y se fueron”.
Atento a este dato, PERFIL se comunicó con la inmobiliaria que, finalmente confirmó la operación.
“Efectivamente, el lugar fue vendido. Arlo S.A. era la propietaria anterior y la vendió. Fue una operación entre privados”, confirmó Jorge Antúnez Vega, socio de la firma inmobiliaria homónima. Consultado sobre quiénes son los nuevos compradores, Antúnez Vega se excusó de revelar el nombre de los nuevos propietarios.
“Lo único que estamos pidiendo es sentarnos en una mesa de trabajo con el Gobierno de la Ciudad y con quien sea el dueño real, porque hasta ahora no hay documentación clara. Queremos que el playón quede como patrimonio cultural, un espacio abierto al público como una plaza. Esto funcionó así durante 35 años”, concluyó el vecino y referente del Playón de la Boca.