Como estaba acordado, Carlos Pedro Blaquier, presidente del ingenio Ledesma acudió ayer a los tribunales de Jujuy para declarar en la causa por la “Noche del Apagón” en donde se lo imputa de haber cometido crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura militar.
Pero no pudo declarar, ya que cuando estaba a punto de bajar del auto blindado que lo llevaba, una multitud de militantes de organismos defensores de Derechos Humanos, políticos y sociales, lo estaban esperando frente a los tribunales para escracharlo. Fue así que el empresario se negó a bajar del auto y le pidió a su chofer que siguiera de largo, lo que provocó la suspensión de la audiencia judicial.
La fecha inicial para la declaración de Blaquier era para el próximo martes 10 de julio, pero sus abogados, Horacio Aguilar y Diego D`Andrea, solicitaron el adelantamiento y el juez federal de la causa Fernando Poviña aceptó el pedido que finalmente no pudo concretarse. Luego de la suspensión, el juez Poviña declaró a DyN que “volverá a convocar pronto a una nueva declaración indagatoria" al empresario de 82 años.
En las úlitmas horas, la Unión Industrial Argentina sacó un comunicado repudiando las agresiones en Jujuy en contra Pedro Blaquier ya que los “actos de violencia pudieron costarle la vida” al empresario calificando al hecho como un “atentado”. Además la UIA reclamó que se “aplique la ley en contra de los responsables de estas agresiones y, con el fin que estos hechos no se repitan, instrumente las medidas correspondientes".
Causa. El empresario Blaquier es uno de los más poderosos de Argentina y está imputado como autor del delito de privación ilegítima de la libertad a más de 20 personas entre el 20 y 27 de julio de 1976, en la causa conocida como la “Noche del Apagón” cuando el 27 de julio fueron secuestrados 400 personas, varias de ellas empleados del Ingenio Ledesma.
El año pasado, en el predio de la empresa de los Blaquier, tres personas murieron y treinta resultaron heridas a causa de una represión por parte de la policía hacia un grupo de empleados de la empresa Ledesma, quienes intentaron ocupar tierras para reclamar por vividendas. Inmediatente varios dirigentes de izquierda asociaron el hecho con la participación de la familia en la última dictadura militar.
Blaquier había evitado hasta el momento declarar ante el tribunal de Jujuy justificando que padecía problemas de salud, pero al ser sometido a dos revisiones médicas por parte de los peritos de la Corte determinaron que se encontraba en condiciones para presentarse ante la Justicia jujeña.