SOCIEDAD

Reunión en Recoleta de "cocacoleros" del mundo

Se exhibirán más de 2 mil piezas de distintas épocas ligadas a la marca.

Orgullosos. El español Federico Garriga y el argentino Javier Petrera comparten la misma pasión.
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“Estaba de viaje en la India y me dijeron que en Pakistán había una botella conmemorativa de treinta años de Coca-Cola en ese país. No lo dudé un segundo y me fui para allá, la pedí y me la regalaron”, explica el español Federico Garriga, dueño de 12 mil piezas de Coca-Cola. Javier Petrera, el mayor coleccionista argentino con 15 mil artículos de la marca, afirma: “Llegué a pagar mil dólares por una botella. Cuando uno está enloquecido por algo, hace lo que tiene a su alcance para conseguirlo”.

Tanto Federico como Javier participarán de la convención internacional de coleccionistas de la marca que tendrá lugar hoy desde las 12 hasta las 21 en el Centro Cultural Recoleta. Es la primera vez que se realiza en Latinoamérica. “Estamos con una adrenalina tremenda, es un orgullo para nosotros que se haga acá”, asegura Javier, quien comenzó a juntar objetos vinculados a la reconocida gaseosa hace 27 años. “Estaba en Villa Gesell y me regalaron un cuadro hueco que adentro tenía un montón de cosas de Coca-Cola. En ese momento me llamó la atención, empecé a buscar más y a coleccionarlos”. Por el lado de Federico, su fanatismo comenzó con los Juegos Olímpicos de Barcelona ’92. “Arranqué juntando pins y desde ahí no paré. Ahora me concentro en reunir botellas conmemorativas principalmente”, cuenta.

Los productos de Coca-Cola están dentro de la lista de los diez artículos que más se coleccionan en el mundo. Se pueden encontrar encendedores, batas, cajas de fósforos, cascos para helicópteros y botellas valuadas en 40 mil dólares. Sólo en nuestro país hay más de 150 coleccionistas.

En toda colección siempre hay algún objeto por el que su dueño siente preferencia, ya sea por su valor o por las dificultades que pasó para conseguirlo. “Entre mis favoritos están una botella verde de la época del Titanic, similar al envase del champagne que se usaba en los barcos de la época para servirles a los pasajeros. Y una lata que se hizo para que los astronautas puedan beber en gravedad cero”, cuenta Federico.

De sus artículos, Javier resalta su preferencia por las botellas de cristal macizo. “Tengo 32 y hay sólo 150 en todo el mundo; me gustaría tenerlas todas”, dijo.

En la muestra habrá 62 stands con más de dos mil piezas de todo el mundo. La entrada es gratuita y los que asistan recibirán de regalo una edición limitada de botellas conmemorativas. Además se podrá comprar e intercambiar objetos de la marca. “Creo que será un éxito, después de todo tiene que ver con coleccionar. Quién no siente un placer inmenso cuando consigue lo que le gusta”, concluye Federico.