SOCIEDAD
desde 2014 asistieron 12.590 casos

Socorristas del aborto: ayudan a mujeres a interrumpir sus embarazos

Dan asesoramiento y contención a quienes deciden abortar con pastillas. “Hacerlo acompañada es una forma de dar seguridad al proceso”, dice Violeta, una socorrista platense.

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Pelucas rosadas. Es el distintivo que las identifica. En la foto, socorristas platenses que cuentan sus experiencias cubren sus caras con los pañuelos verdes por el aborto legal. | cedoc

“Respirá profundo; tranquilizate. Acordate lo que repasamos y todo va a salir bien. El dolor y las hemorragias son normales, no te asustes”. Del otro lado de la línea, una mujer que está haciendo un aborto farmacológico escucha los consejos de Diana (22), miembro de Socorristas en Red. Esta es una organización nacional formada por mujeres, muchas de ellas estudiantes y profesionales, que desde hace siete años asisten a quienes deciden interrumpir el embarazo con la pastilla misoprostol. Desde 2014, acompañaron los abortos de 12.590 mujeres en todo el país.

En Argentina hay entre 300 y 500 mil abortos por año. Unas 60 mil mujeres debieron internarse por las complicaciones debidas a las prácticas inseguras y unas 43 murieron, en 2016. Varios proyectos de ley fueron presentados en el Congreso para garantizar la interrupción voluntaria del embarazo, el último fue el pasado 6 de marzo y contó con la firma de 71 diputados de diversos partidos.

Socorristas en Red comenzó a funcionar en 2011, para distribuir la información del protocolo elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para un aborto seguro y en qué casos puede realizarse.

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Las mujeres se comunican por el ‘boca en boca’  y cuando consiguen el número de nuestra línea abierta nos llaman”, le cuenta a PERFIL Marianela (28), quien asiste a las mujeres de La Plata. “Pautamos un encuentro y conversamos sobre sus vidas, en qué trabajan y si estudian. Después les preguntamos si tienen una ecografía”, explica sobre las reuniones, que siempre son grupales y en plazas para “sacar al aborto de la clandestinidad”.

En estas charlas combinan consejos médicos con la contención necesaria, además de responder todas las dudas. “Hacerlo acompañada es una forma de dar seguridad al aborto”, afirma Violeta, estudiante de Sociología, quien también colabora en La Plata y usa la distintiva peluca rosa de las socorristas.

Diana, que socorre en Buenos Aires, cuenta que el movimiento se inspira de diferentes experiencias similares en otros países, como Woman on Waves (Mujeres sobre olas), una asociación que realiza abortos en una clínica móvil que navega sobre aguas internacionales. En su página socorristasenred.org cuentan que otra inspiración fueron las feministas del Socorro Rosa italiano y el Colectivo Jane de Estados Unidos, que realizaban acciones similares para garantizar el aborto a las mujeres en los 70.

Martina (25) trabaja como peluquera y es socorrista en Burzaco. Ella cuenta que al principio “las mujeres tienen miedo por el desconocimiento al aborto y sienten desconfianza, porque no están acompañadas”. “Nosotras garantizamos la información y las fortalecemos”, afirma. Y asegura que las mujeres “suelen sentirse aliviadas” y, en su mayoría, quedan en contacto. Eso sucedió con Juana (30), quien conoció a las socorristas cuando ella necesitó hacer su propio aborto y luego decidió seguir trabajando con ellas. “Con el primer llamado una ya se siente bien, y después quiere acompañar a las amigas propias”, dice esta diseñadora gráfica platense, la región que asistió 200 abortos el año pasado.

Nosotras no damos misoprostol, solo articulamos con el sistema de salud para que las mujeres lo consigan”, afirma Diana sobre el medicamento que produce contracciones uterinas y se utiliza para interrumpir el embarazo. “En los 700 casos que acompañamos nunca tuvimos una complicación”, asegura Diana, lo mismo dicen las socorristas de La Plata y Burzaco. Pero en caso que suceda, el protocolo de acción es el mismo: “Estamos con ellas constantemente al teléfono y les decimos que tengan plata para tomarse un remis a la guardia por si se complica”, afirman. También dan asistencia post aborto. Una vez realizado, les recomiendan diferentes ‘salitas de salud’ para hacerse los estudios correspondientes con “médicos de confianza que no las van a juzgar o denunciar”.

“Al principio actuamos con miedo”

“Uno de los casos que asistimos que más me impactó fue el de una mujer de 35 años, que tenía un embarazo avanzado, de 14 semanas, y vino a que la ayudáramos. Abortó sola, mientras trabaja en el cultivo de tabaco. Le recomendamos que se quedara en su casa, pero nos dijo que no podía abandonar su trabajo”. Verónica Bisorff tiene 33 años, es psicóloga comunitaria recibida en la Universidad Nacional de Tucumán, y forma parte de la red de socorristas del aborto en Salta.

Bisorff cuenta que la tarea en una provincia “tan conservadora y católica como Salta no fue sencilla. Al principio nos escondíamos un montón, sin exponernos, con mucho miedo. Hasta que llegamos a organizar una actividad en la plaza justo frente a la Catedral. Hicimos una intervención artística, con folletos y cartelería. Por suerte no recibimos ningún tipo de agresión, al contrario, mucha gente se acercó interesada a preguntar”, recuerda.

Bissorf trabaja en la “Salita 20 de junio”, uno de los centros de salud que las socorristas recomiendan para que las mujeres se realicen los controles médicos después de practicarse el aborto. “El Estado abandona a las mujeres porque Salta tiene uno de los protocoles ILE más restrictivos”, recuerda la especialista, que asistió a 300 abortos en 2016, junto a sus compañeras en su consultorio de la Red de Salud de la Mujer.

Consejos online

Socorristas en Red (socorristasenred.org) forma parte de Women Help Women, un grupo internacional de activistas que “promueve los derechos de salud reproductiva y coopera para poner anticonceptivos y pastillas de aborto en manos de las mujeres”. Ambos sitios cuentan con un completo instructivo sobre el uso del misoprostol, la pastilla que genera contracciones uterinas y produce un aborto farmacológico. Además figuran los números telefónicos de las distintas mujeres que forman parte de la red en todo el país.

También difunden folletos que explican los casos en que el aborto está legalizado –si la mujer tiene riesgo de vida en la gestación o si fue violada– y cómo hacerlo cumplir. “En los casos de interrupción del embarazo por violación, lo único que tiene que hacer es firmar una declaración jurada, pero en la realidad cotidiana vemos todas las trabas que les ponen a las mujeres”, afirma Diana, una de las socorristas.