SOCIEDAD
un equipo de 150 personas

Son inspectores de veredas y van por la Ciudad con tablets y ojo clínico

Hoy, el 31% de las aceras resultan intransitables. Por ley, las empresas de servicios están obligadas a dejarlas reparadas tras hacer obras.

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Tras las baldosas rotas. Los inspectores usan tablets con las que detectan en tiempo real las zonas donde hay que reparar, y envían la información a un centro de control en el que se supervisan los datos. | Silvestro

“¿Cuándo van a arreglar la vereda rota de Tacuarí 375? Hace menos de un año que la hicieron”; “La vereda del Parque Thays es un peligro para andar”; “El reclamo de reparación de mi vereda por el árbol tiene 10 años ya... ¿Podrían explicar qué sucede?”. Con este tipo de mensajes publicados en redes sociales, los vecinos de la Ciudad se manifiestan a diario sobre el mal estado de las veredas, que alcanza el cuarto puesto de los reclamos más frecuentes, después de la limpieza, el alumbrado y la poda de los árboles. Solo por ello, se realizan más de 6 mil llamadas mensuales al 147.

Desde fines del año pasado, la Ciudad puso en la calle un equipo de 150 “inspectores de veredas”, que las recorren con tablets para controlar las obras que hacen las empresas de servicios y registran cuántas y dónde están las rotas. Mauricio Calderón (34) es uno de ellos y cuenta que le “asignan un recorrido diario en el que fiscalizamos el estado de la acera en la zona donde hay una obra”. Además, Calderón dice que los vecinos aprovechan cuando los detectan para “pasarnos reclamos en forma directa”.

La Ciudad puso en la calle un equipo de 150 “inspectores de veredas”, que las recorren con tablets para controlar las obras que hacen las empresas de servicios

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Clara Muzzio, subsecretaria de Vías Peatonales, explica a PERFIL que “el flagelo” de las veredas rotas “se debe al aumento de obras de infraestructura que comenzaron a realizar las empresas de servicios”. En 2016, los sesenta inspectores que había debían fiscalizar 18 mil obras mensuales, por lo que muchas veredas “estaban mal hechas”. El organismo, que depende del Ministerio de Ambiente y Espacio Público, cuenta con $ 2.200 millones y busca alcanzar el objetivo de que “el 80% de las veredas sean transitables en 2019”.

En 2015, solo la mitad de los 19 millones de m2 de veredas porteñas estaban en buen estado”, asegura Muzzio. Hoy, la cifra es del 69%. Según datos oficiales, durante 2017 se hicieron 250 mil m2 de veredas nuevas, mientras que el año pasado se elevó a 834 mil. Para este año pretenden un millón más.

Las comunas en las que más veredas nuevas se hicieron son la 1 –que abarca Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Montserrat y Constitución– y la 12 (Villa Urquiza, Villa Pueyrredón, Coghlan y Saavedra), porque son las aceras que en peor estado se encontraban por el gran tránsito de personas que camina sobre ellas.

Otro de los reclamos recurrentes de los vecinos es que en un mismo lugar se hacen varios arreglos subterráneos, en donde la misma vereda se arregla, rompe y vuelve a arreglar reiteradas veces

Otro de los reclamos recurrentes de los vecinos es que en un mismo lugar se hacen varios arreglos subterráneos, en donde la misma vereda se arregla, rompe y vuelve a arreglar reiteradas veces. Sobre este punto, Muzzio afirma que “va a seguir pasando”. La funcionaria explica que se debe a que “las empresas no hacen bien el trabajo de obra y porque las emergencias van a seguir sucediendo, porque tenemos una infraestructura de 1930”. Según los datos de la subsecretaria, en 2017 hubo 6,737 “re-roturas”, mientras que en 2018 bajaron a 4,701.

“Para que una empresa rompa una vereda por una obra, puede ser por una solicitud de emergencia o programado. Hasta 2017, el 80% de las roturas de vereda pasaban por emergencia, incluso instalaciones del cable”, explica la funcionaria que logró bajar las solicitudes de emergencia a un 60% y que ahora solo pueden pedirlas las empresas de servicio. La empresa que más veredas rompe es AySA, con el 40% de solicitudes, seguida por Metrogas y luego, las de energía eléctrica, Edenor y Edesur.

Causas y consecuencias. Según fuentes de Metrogas, las obras obedecen a un plan de renovación de la red que terminará en 2022, que el año pasado se concentró en Villa del Parque, Flores y Villa Crespo. Pero por mantenimiento, donde más tareas se hicieron fue en Belgrano, Núñez y Palermo.

Por su parte, desde Edenor afirman que Villa Pueyrredón es el barrio que más intervenciones tuvo debido a su rápido crecimiento poblacional. Ambas empresas están obligadas a financiar el nuevo arreglo de la vereda una vez que finalicen su trabajo subterráneo.

La comunera Julieta Costa Díaz (Unidad Ciudadana), representante de la comuna 13, realizó un informe en el que afirma que al menos diez de las empresas ganadoras de las licitaciones para hacer las obras de veredas están relacionadas al oficialismo. Consultada al respecto, Muzzio asegura que “ninguna empresa tiene asignadas dos zonas”.

Juicios por accidentes

Según la subsecretaría de Vías Peatonales, hoy hay 14 juicios en curso contra el Estado o empresas de servicios públicos por lesiones causadas por una vereda rota, mientras que en 2016 eran más de cien.

Uno de los casos más significativos es el fallo de la Cámara Civil que condenó al Gobierno porteño a indemnizar con más de medio millón de pesos a una mujer de 63 años que se fracturó el cuello y húmero por una baldosa sobresalida en una vereda en mal estado. Aunque en ese momento el gobierno se defendió y acusó a la damnificada, porque argumentó que el accidente fue su culpa, al decir que “vive al lado de la vivienda donde manifiesta haberse caído”. De todos modos, la Justicia falló a favor de la mujer.

Otro fue el fallo del Juzgado Nº 24 en lo Contencioso, Administrativo y Tributario de la Ciudad, en el que le ordenó al Gobierno porteño a pagarle $ 26 mil a una mujer que sufrió una luxación del codo, luego que una cinta mal colocada se le enredara entre los pies, a causa del viento, y le provocara la caída en 2011.