Susana Trimarco, creadora de la Fundación “María de los Angeles” en memoria de su hija Marita Verón, un caso emblemático de la trata de personas en la Argentina, aseguró que "las fronteras provinciales se cerraron tarde", en referencia a la investigación sobre la desaparición de Guadalupe Belén Lucero en San Luis, ocurrida hace nueve días. Mientras, confirmó que el próximo lunes llegará a esa provincia junto a abogados de la organización para “aportar en la búsqueda".
La mamá de Marita Verón señaló que existen puntos en común en el caso de la desaparición de su hija en 2002 y la de la niña puntana de 5 años, al tiempo que coincidió con los abogados de la madre y del padre de Guadalupe en señalar que “las fronteras provinciales se cerraron tarde”, al analizar la posibilidad de que sea un nuevo ataque de una red de trata.
Guadalupe: la mamá dijo que escuchó su voz en un llamado de teléfono
“La madre no tardó nada en reportar la desaparición de la criatura y las fronteras se cerraron tarde ante la posibilidad de un nuevo ataque de las redes de trata que operan en el país”, afirmó Trimarco, de manera contundente, a la agencia Telam Al respecto, Trimarco alertó sobre la posición geográfica de San Luis, que podría favorecer a redes de trata por la "salida rápida hacia Chile”, al tiempo que recordó que la zona es una triangulación “importante con Mendoza, La Rioja, San Juan y Catamarca”.
En ese sentido, sostuvo que “hoy con las herramientas tecnológicas que existen y la logística que se ha bajado en San Luis, es más fácil la búsqueda que hace 20 años cuando de esto ni siquiera se hablaba, no había leyes, ni recursos”, al referirse al secuestro de su hija el 3 de abril de 2002 en la capital de Tucumán. “En aquel tiempo solo existía la complicidad política, policial y judicial; pero por lo que según veo el caso de Guadalupe va más allá de un ajuste de cuentas entre personas y la acción de un perverso, esto es mucho más profundo y complejo”, evaluó.
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La activista, que ayudó a la liberación de muchas mujeres víctimas de trata durante las casi dos décadas de búsqueda de su hija, detalló que con el caso de Marita Verón descubrieron que esa zona geográfica “es un lugar muy caliente” para facilitar este tipo de delito. “Están haciendo lo mismo que me hicieron a mí con mi hija, desgastándonos con datos falsos y distrayendo la búsqueda, con lo que se pierde un tiempo importante para encontrar a Guadalupe”, afirmó en relación a mensajes y llamadas por WhatsApp que recibió Yamila Cialone, la madre de la niña, en una de las cuales aseguró haber escuchado la voz de su hija.
Con respecto a su visita a San Luis, adelantó que está “acomodando todas sus actividades” para poder llegar a la provincia “el lunes por tierra, junto a los abogados de la Fundación que pueden aportar mucho a la investigación dada su experiencia y su lucha de años contra la trata de personas”. Al respecto, Trimarco explicó que la pandemia de coronavirus le impide “llegar por aire a San Luis y el camino más corto es por tierra” y destacó que quiere "abrazar a esa madre (de Guadalupe), que sufre doblemente, debido a la soledad a la que empuja este tipo de acciones”.
“Ella, como yo, en este momento es víctima de las habladurías que siembran alrededor de la desaparición de nuestras hijas, a mi me acusaron de ser prostituyente de Marita y estoy segura de que ella es víctima de ataques donde la culpan por el hecho”, indicó en diálogo con la agencia de noticias.
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La desaparición de Marita Verón
Marita Verón desapareció en el año 2002 cuando se dirigía desde la casa de su madre hacia la maternidad Nuestra Señora de la Merced, en la capital tucumana, para realizarse un estudio. Durante 2012 tuvo lugar el juicio oral que culminó con la absolución de los 13 imputados de haberla secuestrado para obligarla a ejercer la prostitución en La Rioja.
A fines de 2013, la Corte Suprema provincial revocó en forma parcial ese fallo y ordenó que una nueva sala fijara la pena a 10 de los 13 acusados ya que confirmó la inocencia de los hermanos vinculados al clan “Ale”, María Jesús y Víctor Rivero; en tanto que la dueña de los prostíbulos riojanos, Irma Lidia Medina, falleció en febrero de ese año.
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