Como suele suceder con los mitos, un par de estadísticas y se desabarrancan. La creencia de que los 30 de agosto, día de fiesta por Santa Rosa de Lima, llega a Buenos Aires una tormenta no está sustentada por los hechos, si es que a alguien le importan.
Según recalca una nota periodística aparecida ayer en el portal de la Facultad de Ciencia Exactas y Naturales de la UBA (http://noticias.exactas.uba.ar), en los últimos 107 años sólo hubo nueve tormentas que cayeron exactamente con el día religioso. Y la última fue en 1999.
Demasiado poco como para que perdure el mito, aún con salvedades ad hoc como “se adelantó (o se atrasó) la tormenta de Santa Rosa”, cuando aparece en días previos o posteriores. Pero incluso así –remarca el portal en función de datos del Servicio Meteorológico Nacional–, entre el 25 de agosto y el 4 de septiembre sólo hubo tormenta en el 54% de los años. Hay que tener en cuenta que no toda precipitación es tormenta ya que debe tener ciertas particularidades para que sea definida como tal: venir con caída de granizo, actividad eléctrica o fuerte intensidad.
Pronóstico. A la ausencia de lluvias en la semana de Santa Rosa, se suma un fenómeno sí menos usual para agosto, luego de una semana con fríos de ola polar: temperaturas cercanas o incluso por encima de los treinta grados en varios puntos del país.
Tucumán, Córdoba y Santiago del Estero pasaron ese límite; en tanto en Buenos Aires se llegó a los 28ºC y las lluvias recién llegarían sobre el otro fin de semana. Idénticas temperaturas agradables se esperan para el fin de semana en gran parte del territorio nacional.
