El piquete que se llevó adelante durante ocho días en la autopista Illia, a la altura del barrio porteño de Retiro, se levantó esta madrugada con la presencia en el lugar de los responsables de seguridad de la Nación y la Ciudad, Sergio Berni y Guillermo Montenegro, tras un día de fuertes cruces.
"Está listo para que circule el tránsito en las dos manos", aseveró Berni, secretario de Seguridad del gobierno kirchnerista.
En tanto, el ministro porteño Guillermo Montenegro informó que no hubo ningún acuerdo sobre el tema viviendas con los vecinos de las villas 31 y 31 bis, que reclaman soluciones habitacionales, sino que se resolvió "no ceder ante una extorsión" y mantener una reunión con la autovía liberada.
"Nos pareció importante la venida del secretario Berni, en cuanto a poder plantear de alguna manera lo que tenía que hacer la Ciudad", aunque "hubiera sido interesante que el gobierno nacional estuviera del día uno, como nosotros, planteando una solución", expresó.
El corte de tránsito en la autopista, por donde circulan diariamente 82.000 vehículos, se desarrolló durante ocho días.
Ayer, Berni salió a cruzar duramente al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, al advertir que le importaba "dos pepinos" que estuviera cortada la autovía que comunica la Ciudad con el norte del Gran Buenos Aires. Expresó que "el Gobierno de la Ciudad mira atónitamente" el corte de la autopista Illia, pero "no asume las responsabilidades que tiene que asumir", y le dijo a Macri que "solucione el problema de los vecinos".
Por el lado del gobierno porteño le respondió la secretaria de Hábitat e Inclusión porteña, Marina Klemensiewicz, quien sostuvo que "el señor Berni debería reflexionar porque la realidad es que este conflicto se origina porque estaban tomando terrenos nacionales".
Los manifestantes habían sido desalojados por la Gendarmería de un terreno del ferrocarril Belgrano, donde instalaron sus precarias casillas, por lo que resolvieron cortar la autopista.
