La sensibilidad por los sabores y la pasión por la preparación son las bases de Emiliano Schobert, el único chef que representará a la Argentina en el Bocuse d’Or, el mundial de cocina a realizarse en Lyon, Francia.
Schobert trabaja desde hace más de una década para participar en esta competencia a la que irá acompañado por una asistente, su colega Aixa Carosio. Emiliano nació en Buenos Aires, trabajó como maestro de grado en un colegio en Córdoba y se lanzó a la cocina en Bariloche, donde tiene su restó y escuela, El Obrador.
Tuvo que superar distintas instancias y ganar varios concursos para asegurarse un lugar en la gran final. Será el único argentino en la competición. “Tenemos muchas horas de entrenamiento, porque si hacemos un plato mil veces, saldrá siempre mejor. Desde que empecé a trabajar en la competencia nunca vi desventajas; recursos tenemos y los argentinos somos buenos cocineros”, dice confiado.
El 27 y 28 de enero cada chef deberá preparar en cinco horas y media un plato con carne y otro con pescado. Los organizadores determinaron que se usará gallina de Guinea (proveniente de criaderos franceses) y aún no está definido cuál será el pescado. Deberán realizar varias porciones, que un jurado evaluará ante 24 mil espectadores.
Schobert ganó una de las 24 plazas y competirá con cocineros de Estados Unidos, Islandia, Finlandia, Francia, Hungría y Japón, entre otros.
“Si el plato tiene impronta nacional, ganamos más puntos. Pero para nosotros es complejo, porque por ejemplo la papa o el tomate son vistos como productos europeos. Es por eso que voy a trabajar con mollejas asadas, que sumaré en el plato de gallina de Guinea”, cuenta.
El equipo argentino cuenta con el apoyo de la bodega Terrazas de los Andes, que sponsorea por tercer año consecutivo a la Academia Nacional Bocuse d’Or Argentina. Para colaborar con los gastos del viaje, se comercializa una remera con la leyenda “Mucho huevo”, que se puede conseguir en la escuela Gato Dumas y en Pura Tierra.