Pasó su peor año, pero no parece estar preocupado. José María Núñez Carmona empezó el 2013 de la misma manera que el 2012: arriba de su lujoso yate amarrado en Punta del Este. A pesar de que en los últimos 12 meses fue protagonista del escándalo Ciccone, el más importante del segundo mandato de Cristina Fernández, nada cambió para él. A pesar de que está imputado en una causa donde se lo señala como el presunto testaferro del vicepresidente, no modificó sus hábitos veraniegos. A pesar de que la Justicia investiga su veloz, sideral y, por ahora, inexplicable enriquecimiento, Núñez Carmona volvió a las costas uruguayas.
NOTICIAS lo descubrió el sábado 29 de diciembre a las 10.30 de la mañana, recién llegado a la zona de veraneo más exclusiva y deseada por las celebrities. Fiel al estilo que comparte con Amado Boudou, su socio y mejor amigo, la ostentación no es algo que le genere ningún prurito. Él en persona acomodaba los almohadones, las sillas, el jet ski que tiene amarrado en la popa y las dos bicicletas de montaña que trajo guardadas en el barco “Scorpius”. Eso sí, para no mojar su calzado dejó sus zapatillas de color beige en la escalera de la nave. Son el mismo modelo de la marca All Star que popularizó el vicepresidente con su look rockero informal.
