SOCIEDAD
FALTAN VIDRIOS Y MODELOS

Vidrios y autopartes, el negocio del día

Los comerciantes del reubro están desbordados por la demanda. Del mismo modo que sucedió en Buenos Aires en julio de este año, las demoras para colocar un vidrio o un parabrisas alcanzan hasta veinte días y los precios comienzan a dispararse.

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Como en julio pasado, cuando un temporal de similares características se desató sobre la ciudad de Buenos Aires, los automovilistas que quieran arreglar los parabrisas de sus autos después del fenómeno de granizo, lluvia y vientos que se desató ayer, ya se las están viendo negras en Rosario.

En la tarde de ayer, a poco de producirse el fenómeno metereológico, el dueño de un negocio ubicado le dijo a un periodista del diario local El Ciudadano que ya había otorgado –peleas de clientes de por medio– 120 turnos para cambiar parabrisas y lunetas traseras, con presupuestos que van desde los 190 a los 600 pesos.

En tanto que, esta mañana, el panorama no era muy diferente: entre quince y veinte personas aguardaban la apertura de una de las vidrierías de la ciudad para colocar los cristales de sus ventanas rotas en tanto que los negocios repositores de parabrisas y lunetas daban turnos con veinte días de demora.

Uno de los repositores de vidrios para vehículos de la ciudad, Miguel Angel Scofienza, aseguró que si bien tiene asegurado su trabajo para los próximos meses por la alta demanda también considera la ausencia de mano de obra especializada y los problemas en la energía eléctrica que causó el temporal.

Con más de veinte de años de oficio en el rubro, Scofienza aseveró que nunca vivió un temporal como el que se desató sobre la ciudad ayer: “Estamos trabajando desde anoche y se están dando turnos para dentro de 15 a 20 días. Pero el problema es que no hay stock de tantos vidrios y modelos y habrá que traerlos desde Córdoba o Buenos Aires” donde se encuentran las grandes fábricas de autopartes.