Consecuencia directa de la crisis económica desatada por la pandemia de coronavirus, Monte Olivia, la tradicional heladería de Villa Devoto, tras 55 años de permanencia ininterrumpida bajó sus persianas definitivamente. El establecimiento, ubicada en la esquina de Fernández de Enciso y Mercedes, frente a la plaza Arenales, no pudo sostener sus costos a raíz de la crisis y decidió tomar esta medida, que sorprendió a los vecinos del tradicional barrio porteño.
La heladería se inauguró en 1966, y el anunció del cierre lo dio el propio dueño del negocio, Salvador Viscomi, quién lo informó esta semana a través de un comunicado en sus redes sociales.
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El cierre de este local se suma a los de varios restó y bares porteños, varios de ellos notables, que no pudieron afrontar el año de la cuarentena por la pandemia casi sin facturación. Uno de los últimos en cerrar sus puertas fue la pizzería La Continental, de Avenida de Mayo y San José, en pleno centro porteño. Justo en la calle Fernández de Enciso, la Ciudad había establecido una de las Áreas Peatonales Transitorias (APT), a fin de impulsar la recuperación de los locales comerciales de esa zona. Sin embargo, parece ser que la medida no alcanzó para mantener la heladería abierta.
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Según Viscomi, también conocido en el barrio como Turi, explicó que el año de crisis más un alto valor del alquiler fijado en dólares aceleró los tiempos del cierre. "Hoy debido a la complicada situación económica que nos toca vivir originada por la pandemia y sumado al hecho circunstancial de que nos han fijado un alquiler excesivo en dólares, que nos resulta insostenible para nuestras finanzas, no podemos continuar con la actividad de nuestra querida heladería", destacó el propietario de la heladería.
En otro párrafo de la despedida, Turi les pidió a los vecinos del barrio recordar “los gratos momentos vividos allí y así mantener presentes esas imágenes, como una postal frente a Plaza Arenales, de algo que disfrutamos mucho en cada momento vivido”.