SOCIEDAD
Abusos en la Iglesia

Piden cuatro años y medio de prisión y la inmediata detención del ex obispo acusado por abuso

Gustavo Zanchetta, asesor del Papa Francisco en el Vaticano, está siendo juzgado en Salta por abuso sexual simple contra dos ex seminaristas.

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El ex obispo de Orán Gustavo Zanchetta. | Cedoc Perfil

Gustavo Oscar Zanchetta (57), el ex obispo de Orán que está siendo juzgado por "abuso sexual simple agravado", tuvo la oportunidad de pronunciar sus últimas palabras ante el tribunal que lo juzga. Pero prefirió quedarse en silencio. En los alegatos, que se realizaron este jueves 3 de marzo, la fiscalía pidió que el religioso sea condenado a la pena de cuatro años y medio de prisión, y reclamó su inmediata detención.

Los fiscales María Soledad Filtrín Cuezzo y Pablo Rivero entendieron que Zanchetta abusó sexualmente de dos estudiantes del Seminario Diocesano Beato Juan XXIII de San Ramón de la Nueva Orán.

Para Filtrín Cuezzo en el debate "se pudo establecer la veracidad, verosimilitud y credibilidad de las víctimas, que presentaron en sus denuncias y durante el juicio lógica interna, contextualización de los hechos, precisión de detalles y vivencias".

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En su alegato, la fiscal destacó las distintas situaciones de abuso sexual y conductas abusivas impartidas a las víctimas por parte del acusado mientras se encontraban estudiando en el Seminario y recordó "los informes y declaraciones de las psicólogas que señalaron que en los relatos de ambas víctimas no hay señales de factores externos y ninguno presenta desfasajes cognitivos".

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El Papa Francisco lo designó asesor en el Vaticano en diciembre de 2017. 

Filtrín Cuezzo entendió que "las denuncias son creíbles" y destacó que los jóvenes presentaban "síntomas compatibles con abuso sexual". A su vez, desestimó el intento de la defensa del acusado de atribuir estos síntomas a un "hecho traumático" sufrido en el pasado por una de las víctimas.

A su turno, el fiscal Pablo Rivero aseguró que las víctimas "vieron afectada su libertad de decisión sexual" por los actos desarrollados por Zanchetta y resaltó los informes psicológicos y psiquiátricos realizados al ex obispo, que lo presentan como "una persona con rasgos psicopáticos y con una grave falla del control de los impulsos".

“Estamos ante un hecho histórico de la Justicia penal de Orán porque las víctimas se animaron a hablar y dieron las razones que rompen el principio de inocencia del acusado”, aseguró Rivero y destacó como algo curioso que “en todas las causas en que se investiga un abuso en la Iglesia, las defensas siempre dicen que responden a un complot de otros sacerdotes”.

Por su parte, la defensa del ex obispo solicitó la absolución de su defendido. Luego el tribunal pasó a deliberar y convocó a las partes para mañana a las 11.30, horario en el que darán a conocer el veredicto. 

La acusación

Zanchetta renunció al obispado de Orán en julio de 2017 pero cinco meses después fue nombrado como "asesor" dentro de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), una entidad que maneja unas 5 mil propiedades. Hasta 2021 su nombre figuraba en el organigrama de autoridades del Vaticano, pero este año lo eliminaron.

Para entender el trasfondo del caso hay que remontarse a septiembre de 2015, cuando Luis Amancio Díaz, secretario del Obispado, descubrió unas imágenes pornográficas y promovió una denuncia interna contra el religioso.

El ex Obispo le había pedido que bajara de su teléfono unas fotos que había sacado en la ciudad de Salta por la firma de un convenio, y otras del arreglo del campanario de la Catedral de Orán. Eran para subirlas a la cuenta de Facebook de la Diócesis. Mientras seleccionaba las fotos, Díaz encontró una serie de imágenes de sexo explícito entre jóvenes -según describió- almacenadas en la carpeta de WhatsApp. Pero eso no fue todo: también halló varias selfies en las que Zanchetta aparecía "desnudo, mostrando sus genitales y en actitudes masturbatorias".

Gustavo Zanchetta
Gustavo Zanchetta renunció al obispado de Orán en julio de 2017. 

Díaz declaró en la tercera audiencia del juicio y ratificó lo mismo que le manifestó a las autoridades eclesiásticas en su momento. El hallazgo de las fotos derivó en una investigación canónica.

Zanchetta recibió un llamado del Vaticano el 3 de octubre de 2015 y viajó de urgencia para brindar explicaciones. Al enterarse del descubrimiento, aseguró que se trataba de un montaje, un chantaje.

Recién en enero de 2019 un exseminarista de Orán lo denunció por abuso y así se inició la causa penal. Desde la Santa Sede aclararon que "al momento del nombramiento de Zanchetta como asesor en el Vaticano no se había presentado ninguna denuncia de abuso sexual" y que su renuncia a la Diócesis de Orán estaba “ligada a su dificultad para gestionar las relaciones con el clero y a las relaciones muy tensas con los sacerdotes de la diócesis".

En el juicio, Díaz también contó que a veces la computadora del obispo emérito se ponía lenta y un día, al revisar el historial para borrarlo, pudo ver que "figuraban visitas a sitios pornográficos gays".

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Además de Díaz, en las primeras jornadas declararon más de veinte testigos. Entre ellos, un ex seminarista y chofer de Zanchetta que ingresó a la casa de formación en 2012 y permaneció hasta el 1º de noviembre de 2014. Dijo que el ex Obispo pedía que le hicieran masajes en el hombro.

"Se desprendía la camisa y si alguno se negaba les decía que se olviden que era el obispo", contó. También reveló que los sábados se juntaban en la casa parroquial de la Iglesia de San Antonio, donde veían películas y tomaban bebidas alcohólicas como cerveza, champán y grapa.

Además, aportó que el religioso solía sorprender a los seminaristas con "abrazos desde atrás y besos en los cachetes". "No era un comportamiento habitual en un obispo", entendió.  

Otro ex seminarista que declaró en el juicio aseguró que fue testigo de tratos diferenciales y aseveró que era habitual verlo al cura en ropa interior caminando entre los internos.