El mundo se presta a celebrar este sábado los treinta años de un fenómeno que ha cambiado para siempre la cara de internet y de los contenidos de los correos electrónicos: el "spam" o correo basura.
Hagamos un poco de historia. El mensaje enviado el 3 de mayo de 1978 por un responsable de marketing de la sociedad informática DEC, hoy desaparecida, a unas 400 personas en la costa oeste de Estados Unidos, no se llamaba todavía "spam" y había sido enviado sin mala intención.
Las cosas han cambiado mucho desde entonces. El nombre de "spam" (correo electrónico basura) proviene de una escena de Monty Python en que un grupo de vikingos en un restaurante acompañan todos sus platos de carne enlatada Spam, repitiendo la palabra ad nauseam, explica Brad Templeton, autor de varias investigaciones sobre el tema.
"De ahí el sentido del término: algo que se repite una y otra vez de manera excesiva y enervante ", explica desde su sitio en internet Templeton, quien descubrió internet por casualidad en los años setenta, cuando la red todavía se llamaba Arpanet y era administrada por el gobierno estadounidense.
Actualmente, los "spam" son el resultado de operaciones más complejas que afectan la vida de millones de personas y hacen desbordar los buzones de correos electrónicos sin protección. El porcentaje de correos electrónico basura que llegan a los buzones de correos, por ejemplo a Gmail (servicio de correos electrónicos de Google) se cuadruplicaron entre 2004 y 2008, pasando del 20 al 80%.
Según Jason Freidenfelds de Gmail, tan solo el 1% de los "spam" que llega logra pasar el sistema de filtros instalado por la sociedad. No sólo la escala, sino que el método se transformó en treinta años convirtiéndose en más peligroso. Mientras que el autor del primer envío de "spam" debió teclear la dirección de cada destinatario manualmente, hoy, los correos basura son enviados a través de "cybermonstruos" tal como se los conoce en la jerga o "botnets", algo así como redes de ordenadores ocultos que trabajan a espaldas de los usuarios.
Los "botnets" han ingresado en el 30% de los ordenadores personales o de las empresas no aseguradas, y se sirven de ellos para difundir millones de "spams" por día, explicó Brad Templeton.
Tanto el contenido de los correos basura como los motivos de su envío han cambiado muchísimo desde aquel inocente mensaje que invitaba al lanzamiento de un producto en mayo de 1978. Hoy, algunos "spam" llegan de pretendidos "príncipes" nigerianos o parientes de dictadorzuelos africanos que procuran extorsionar a los poseedores de direcciones electrónicas para obtener el número de su cuenta en el banco y hasta dinero líquido con la promesa de una parte del botín del monarca o el dictador presuntamente escondido en alguna cuenta en algún paraíso fiscal.
El año pasado, los "spamers" consiguieron poner fuera de servicio sitios de Internet del gobierno y de las empresas en Estonia, por ejemplo, bombardeando los servidores con millones de correos electrónicos, una técnica utilizada por una nueva categoría de "spamers" dedicados a extorsionar.
"Es frecuente recibir la célebre frase "usted tiene un pequeño y precioso problema, sería una lástima que le suceda algo"... y si no paga para obtener protección el servidor será bombardeado toda la tarde hasta que colapse y deje de funcionar", explicó Brad Templeton.
La forma de "spam" más conocida, sin embargo, es la de los mensajes no deseados que procuran vender cosas como relojes Rolex falsos, píldoras mágicas para adelgazar o sustancias mágicas para alcanzar proezas sexuales inimaginables. Casi el 12% de los usuario de internet ha caído en la trampa del "spam", indicó Graham Cluley, consultor en tecnología para la empresa de seguridad Sophos.
Por ejemplo "un modelo brasileño murió después de haber utilizado píldoras adelgazantes después de haber recibido un "spam". Resulta bastante evidente qye los que envían correo basura no tienen mucho apego a la ética", advirtió. El año pasado, 75% de los estadounidenses fueron víctimas de fraudes por Internet, la mayoría de ellos por medio de "spam"... con una erogación cercana a los 239 millones de dólares.