La herramienta interactiva de Outrider Foundation muestra el alcance de la bola de fuego, la radiación, las ondas de choque y el calor producidos por diferentes bombas nucleares en la ciudad que uno desee. Para utilizarlo, primero hay que ingresar la ubicación. Luego, se selecciona el tipo de bomba y explosión de bomba para ver los diferentes efectos.
El programa virtual ofrece especificaciones sobre los efectos de las bombas 15KT ‘Little Boy,’ la norcoreana 150 KT Hwasong-14, la estadounidense 300KT W-87, y la bomba Tsar, de 50.000 kilotones, la mayor bomba jamás lanzada.
Si una bomba W-87 fuera detonada la ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, los efectos serían catastróficos. La herramienta calcula que la bola de fuego abarcaría 1.17 kilómetros cuadrados y enviaría una onda de choque de 18 kilómetros cuadrados. Según este mapa interactivo, la bomba detonada sobre la capital argentina causaría la muerte instantánea de de medio millón de personas y dejaría heridas a otras 910.000.
En el caso de que una Bomba Tsar fuera detonada sobre la misma área, los efectos serían aún más terroríficos. El estallido de la bomba mataría al instante a 5.588.938 personas de la Ciudad, del Conurbano bonaerense, de la provincia de Buenos Aires, con una onda de choque viajando 840 km2 y un calor que se extiende a más de 6.900 kms. La radiación se extendería hasta las costas uruguayas.
De acuerdo con los registros de la era soviética, la presión experimentada en el lugar de la explosión sería 211.000 kilos por metro cuadrado, más de diez veces que la habitual en el neumático de un automóvil. La poderosa energía luminosa desatada podría ser vista incluso a una distancia de 1.000 kms. con cielo nublado, y la energía térmica sería tan potente que una persona que se encontrara a 100 kms. de la explosión sufriría quemaduras de tercer grado.
La bomba produciría sobre Buenos Aires y sus alrededores un hongo de 64 kilómetros de altura, aproximadamente la altura de siete montes Aconcagua. La onda de choque de la explosión sería capaz de vidrios gruesos a más de 900 km de la explosión, es decir, llegaría hasta la Patagonia. De explotar bajo tierra, la “Bomba del Zar” tendría un impacto sísmico de 7,1 en la escala de Richter.
La falsa alarma inductora de pánico que advirtió a los residentes de Hawai de un misil balístico entrante en enero, por ejemplo, sacó a la luz los eventos catastróficos que podrían tener lugar bajo un verdadero ataque nuclear. Una ojiva nuclear lanzada por Corea del Norte probablemente dejaría una marca mucho más grande que las bombas arrojadas sobre Hiroshima y Nagasaki en 1945.
La explosión solo causaría más de 150.000 muertes si se deja caer sobre la capital de Hawai, Honolulu, y, dado el panorama y la prevalencia de los edificios con marcos de madera, los expertos dicen que la detonación sería sucedida por una "tormenta de fuego" aún más devastadora. Esta falsa alarma llevó al investigador Alex Wellerstein a crear Outrider, destinada a simular todo tipo de escenarios de desastres nucleares.