Su invento hizo que la vida moderna se vuelva cada vez más y más sedentaria, hasta el límite de que algunas personas sólo ejercitan los músculos de los dedos de la mano. También sembró discordias entre los integrantes de los grupos familiares que se disputan su tenencia y por qué no, habrá sido el causante de más de un divorcio.
Es que, el control remoto para el televisor, es un bien preciado en las casas, por el que pelean los amantes del fútbol contra los cinéfilos, o los hermanos menores que quieren ver dibujitos contra los mayores que se pasan horas frente a la caja boba.
Se trata de Robert Adler, el coinventor del control remoto para el televisor, que murió el jueves en los Estados Unidos, a los 93 años, según indicó hoy la empresa Zenith Electronics, en un comunicado.
"Se distinguía por sus numerosas capacidades y pasiones, sus consejos incomparables y su falta de ego", agregó el comunicado.
El ingeniero que creó el control remoto que se multiplicó por millones en todo el mundo, poseía 180 patentes de invención en Estados Unidos. Su invención más célebre sigue siendo el control remoto para televisión, la que realizó con su colega Eugene Polley, y lanzando al mercado en 1956 por la empresa Zenith.
Ese control remoto a ultrasonido le valió varias distinciones, como el premio técnico del Instituto de Ingenieros de Radio en 1958 y el de la Academia de las Ciencias y las Artes de la Televisión en 1997.
Robert Adler había nacido el 4 de diciembre de 1913 en Viena, Austria. Tras haber obtenido un doctorado en física en 1937, emigró a Estados Unidos y se instaló en la región de Chicago (Illinois, norte) en 1941. Inició entonces en Zenith una carrera que duraría seis décadas