Quien quiere acceder a al contendido del que publica en Cafecito, elije cuantos “cafés” quiere pagarle a su creador por compartir su conocimiento.
“Cafecito” es una plataforma de crowdfunding que busca unir a creadores de contenidos, ONGs o proyectos que quieran darse a conocer. Damián Catanzaro es un programador web, que en febrero de 2020, justo antes del inicio de la pandemia comenzó a buscar la forma de monetizar el contenido que desarrollaba en ese momento.
Con 25 años Damián, empezó investigando distintas plataformas y surgió “Cafecito”. “El nombre nació porqué había plataformas en el exterior que aplicaban la misma idea y al querer aggiornarlo a la idiosincrasia argentina, se me ocurrió ponerle así. Es una manera que usamos mucho de nosotros para ´pagar´ algún favor”, explica.
Damian Catanzaro creó la aplicación en febrero de 2020
Con una inversión de 50.000 mil pesos, Catanzaro vio en poco tiempo que su iniciativa lograba un éxito instantáneo, lo cual no hizo más que confirmar la necesidad de los argentinos de contar con plataformas para poder financiarse y que sea accesible a cualquier usuario. El plus a favor, es que logró en un contexto de confinamiento, que artistas pudiesen encontrar una manera de obtener un ingreso económico, cuando las actividades culturales y de espectáculos estaban prohibidas por el Gobierno nacional, para evitar el aumento de contagios por coronavirus.
El modelo de negocio que pensó Catanzaro se basa en que el 5% del cafecito se lo lleva el propio mantenimiento de la plataforma. Para poder ser parte de esta aplicación es necesario ser mayor de 18 años y contar con una cuenta en MercadoPago, que obtiene por la transacción una comisión del 2,41%. Quienes se registren y creen su perfil no tendrán costo alguno y la gestión es muy sencilla. Si quien lo hace es una ONG, existe la opción de contactarse previamente con el desarrollador de la aplicación para obtener beneficios que disminuyan el costo de comisión.
“Cafecito” surgió en el mercado en pleno auge del comercio electrónico en el país. Según considera su fundador, a este proyecto todavía le queda mucho más por crecer y expandirse. “Es muy posible que, en un futuro, lo extienda a otros países; pero soy consciente que esto llevará algún tiempo porque involucra un aspecto legal que debe analizarse en profundidad”, consideró Catanzaro.